VALÈNCIA. Eran las 8:19 horas de ayer lunes, cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publicaba en su web un hecho relevante de Bolsas y Mercados Españoles (BME): el operador nacional confirmaba conversaciones preliminares con Euronext en relación con una potencial operación de adquisición de la totalidad del capital social de la primera por parte de la segunda, sin que se haya adoptado ninguna decisión. Trece minutos más tarde la CNMV suspendía la cotización de BME y seis minutos después volvía a recoger otro hecho relevante: SIX Group, proveedor de servicios financieros que opera la Bolsa de Zúrich, lanzaba una OPA sobre el holding bursátil español a razón de 34 euros por acción, es decir, 2.842,92 millones de euros.
La 'explosión alcista' de BME fue de tal calibre -lógicamente por la prima que han puesto sobre la mesa respecto al cierre del pasado viernes de casi un 34% más- que lideró durante toda la sesión los avances entre el centenar de valor que nutren al Mercado Continuo. Finalmente BME acabó disparándose un con un alza del 38%, lo que llevó al operador bursátil nacional hasta los 35,06 euros por título, un 3,11% por encima del precio al que lo valora la suiza SIX. Se trata de niveles que no visitaba desde el verano de 2015, tal y como se aprecia en el gráfico inferior.
"Parece que las negociaciones vienen de lejos y en un segundo plano, ya que con anterioridad era Euronext la que parecía que iba a hacer una oferta que, por otro lado, no se descarta que pueda hacer una contraopa. En este sentido, BME ha aceptado una cláusula en la que si finalmente acuerda con otra compañía que no sea SIX, deberá abonar el 0,5% del nominal de la OPA en concepto de 'break-up fee'. Aproximadamente unos 14 millones de euros. Esta cláusula se podría interpretar como toda una declaración de intenciones de BME de cara a aceptar la adquisición", manifestaba Darío García, analista de XTB, a este diario.
"La operación, inicialmente parece buscar sinergias, colaboración y mejora del posicionamiento de SIX, que haría su incursión en el mercado europeo, Latinoamérica y Oriente Medio. Mientras que BME se beneficiará del potencial tecnológico de la suiza para mejorar en sus procesos y así acceder a otros mercados con el respaldo y el potencial financiero de SIX", añadía.
Por su parte, el presidente de la CNMV, Sebastián Albella, valoraba la OPA como "razonable y legítima", aunque explicó que el Gobierno, responsable de autorizar la operación, podría poner condiciones para garantizar que la adquisición no perjudica al funcionamiento y estabilidad del mercado. Lo hacía ayer en declaraciones a los medios tras su intervención en la Convención Anual Financiera 2019 organizada por la Asociación de Mercados Financieros (AMF). Sobre la capacidad del Gobierno para autorizar una operación de este tipo estando en funciones, se trata de una cuestión que la CNMV no ha tenido tiempo de analizar en profundidad. "Mi impresión es que sí" (podría ser autorizada por un Ejecutivo en funciones), indicó.
Los suizos Six se han comprometido, entre otros aspectos, a mantener las marcas actuales de BME y las líneas de negocio, sedes, oficinas y estrategias en España al menos durante un periodo transitorio de cuatro años y a no trasladar el domicilio social de las entidades reguladas fuera del país, salvo autorización del organismo supervisor. En este sentido, Six estima que el negocio de BME se mantendrá con un grado "suficiente" de independencia, mientras que su plan es convertirlo en el 'hub' de interconexión con los mercados latinoamericanos y utilizarlo como plataforma para crecer e incrementar la presencia en la Unión Europea.
Pero la OPA sobre BME también añade incertidumbre sobre las bolsas regionales como Barcelona, Bilbao y València en un mundo cada vez más globalizado. Y ésta última la más 'tocada' de las tres por la merma de sus volúmenes de contratación y por una plantilla que cada vez se va aligerando más. Sin ir más lejos a 31 de diciembre de 2018 solo tenía 14, tal y como avanzó este diario el pasado 1 de julio. Se trata de la cifra más reducida de su historia y muy lejos de los 42 empleados que llegó a tener el parqué presidido actualmente por Vicente Olmos allá por 1990.
Por no hablar de las entidades financieras que son miembros de la rectora local, que al cierre de 2018 eran 13, menos de la mitad de las que estaban a principios de este siglo. O por no recordar el poco peso que históricamente ha tenido la plaza valenciana en BME -y eso que tiene el mismo derecho que las otras tres-. Únicamente destacar a Álvaro Martínez Castro, actualmente consejero del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y director de Mercado de la Bolsa de Valencia y que a finales de 2018 fue elegido presidente de la delegación valenciana del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF).
Sin embargo, también hay que reconocer que desde el parqué local -junto con Big Ban Angels- se impulsó hace dos años y medio el Entorno PreMercado (EPM). Un proyecto creado para potenciar el acceso de las pymes a la inversión privada y conocer el funcionamiento del mercado bursátil. Actualmente son trece las empresas prsentes en el EPM. A saber: Aerox, Biomar, BrandManic, Cadel Deinking, Colectual, Cuatroochenta, Demium, Embention, General Drones, Housers, The Logic Value, Navlandis y Singularu; mientras que hace un mes incorporó a tres nuevos partners para colaborar en el desarrollo del mismo: PMS Advisory, Fellow Funders y Foro Capital Pymes.
Pero la OPA de los suizos sobre BME también llega en un momento donde el holding español sigue negociando con la Generalitat Valenciana (GenVal) el traslado del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) al edificio conocido como la 'casa del señor de Bétera' -Palau dels Boïl d'Arenós ubicado en la calle Libreros 2 y 4- donde tiene su sede la rectora local y la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF). "Estoy seguro que llegaremos a un acuerdo", manifestaban ayer fuentes de BME sobre la negociación que mantienen desde hace meses con la Generalitat para su salida del edificio continúa en marcha.
El inmueble, un recinto palaciego declarado Monumento Histórico Artístico, es propiedad de la GenVal, pero lo tiene cedido a BME de forma gratuita hasta el año 2025 como ha venido contando este diario y que a finales de agosto pasado ya publicó que la Conselleria de Hacienda estaba acelerando el plan para llevar el IVF al Edificio de la Bolsa ante el retraso en la reforma de su sede.
En este sentido no hay que olvidar que la cesión gratuita otorgada en 1995 por la GenVal por un plazo de 30 años es "con la condición de ser destinado a sede y servicios propios de la bolsa" como reza en el contrato firmado entonces. Y si finalmente los suizos de SIX -o los paneuropeos de Euronext- se quedan con BME y terminan 'cargándose' las rectoras locales, el IVF, que no ha vuelto a tener un sillón en el consejo de la Bolsa de Valencia tras la dimisión en julio de 2015 del exsecretario autonómico de Economía Fernando Díaz Requena después del cambio de Gobierno en la Generalitat Valenciana, tendrá el camino despejado.