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opinión

La Navidad llega temprano a los mercados financieros

El experto augura un mayor recorrido del ciclo actual tras la victoria de Johnson en Reino Unido y el progreso de las relaciones comerciales EE UU-China

18/12/2019 - 

MADRID. En 2020 conviene seguir con atención las conversaciones de Reino Unido con la UE para el Brexit y el progreso de las relaciones comerciales EE UU-China. A esto se añade que la Reserva Federal (FED) y otros bancos centrales deben cumplir lo previsto y mantener su política monetaria sin cambios, lo que hace concebir esperanzas de mayor recorrido del ciclo actual. De todas formas, tras los recientes avances en los índices de referencia, esperamos que la rentabilidad total en renta variable sea mucho menor el próximo año que en 2019.

De momento, con la aplastante victoria del Partido Conservador en las elecciones generales de Reino Unido, la renta variable británica ha avanzado con fuerza, al igual que la libra, pues los mercados celebran la derrota de Corbyn y posible salida al laberinto del Brexit. Las acciones pequeñas y medianas del Reino Unido se han mostrado especialmente satisfechas con la victoria Tory. De hecho será positivo a largo plazo para el mercado de renta variable de Reino Unido y europeo, regiones respecto a cuya renta variable tenemos visión positiva.

Además la victoria de Johnson ha sido recibida con aumento de valor de la libra esterlina, que puede seguir recuperando terreno perdido desde el referéndum Brexit de 2016, sobre todo si el Banco de Inglaterra se hace menos acomodaticio, aunque es poco probable más de un recorte de tipos de interés en 2020. Si puede haber un estímulo fiscal significativo para la estancada economía del Reino Unido, en crecimiento plano del PIB. 


En este estado de cosas hemos aumentado la previsión de tipo de cambio de la libra esterlina a doce meses, pero aconsejaríamos a los inversores que no persigan un rally a corto plazo, sobre todo porque Johnson se enfrenta a un largo y sinuoso camino de conversaciones con la UE para el Brexit. Hay que tener en cuenta que el riesgo de Brexit sin acuerdo probablemente reaparecerá antes de la fecha límite de transición, durante el que todos los acuerdos comerciales actuales con la UE se mantienen, más allá de la fecha límite de diciembre de 2020. Además, la arrolladora victoria del partido nacionalista SNP en Escocia hace que la idea de segundo referéndum de independencia cobre fuerza.

Por otra parte ha habido un progreso tangible en el segundo gran interrogante que pendía sobre los mercados: las relaciones comerciales EEUU-China. Tras meses de discusiones infructuosas hay un acuerdo inicial de 'primera fase'. Los aranceles adicionales sobre 156.000 millones de dólares de importaciones chinas que debían aplicarse han quedado de momento sin efecto y los ya existentes sobre 120.000 millones de dólares se reducirán a la mitad, hasta 7,5%. En consecuencia, la renta variable estadounidense ha llegado a nuevos máximos, aunque no está claro si China será capaz de cumplir su parte del acuerdo en el marco de normas de la Organización Mundial del Comercio. Hasta noviembre las exportaciones chinas disminuyeron 1,1 por ciento en un año, por cuarto mes consecutivo (a EEUU han caído 23 por ciento). Por el contrario las importaciones aumentaron ligeramente, 0,3% anualmente.

Menor crecimiento

Hay que tener en cuenta que reducción de tensiones comerciales entre EE UU y China reduce los vientos en contra de las monedas de mercados emergentes y su demanda de dólares. El billete verde se ha mantenido fuerte gran parte de 2019, contribuyendo a la baja rentabilidad de la renta variable de emergentes, pero vemos disminución significativa del crecimiento estadounidense en 2019, lo que puede desencadenar sucesivos recortes de tipos de interés de la Reserva Federal partir de finales del segundo semestre de 2020. Así que los diferenciales de crecimiento y tipos de interés, que han apoyado al dólar gran parte de este año, irán desapareciendo. Ello implica mejores perspectivas para el tipo de cambio de monedas como el euro. Además la desaceleración del crecimiento mundial puede apoyar monedas defensivas como yen japonés y franco suizo. Una respuesta para los inversores expuestos a dólares puede ser inversiones en moneda doble y productos estructurados (que garantizan una rentabilidad mínimo igual a la inversión inicial, independientemente del comportamiento del activo subyacente).

Por su parte, Arabia Saudí, tras haber convencido a sus socios de la OPEP+ de recortar nuevamente la producción de petróleo, ha consumado la largamente esperada salida a bolsa de la estatal Saudí Aramco. En su segundo día en el parqué su valor de mercado ha alcanzado dos billones de dólares, tras revalorizarse 10%, convirtiéndose en la mayor cotizada por capitalización y superando a la suma de las siguientes cinco mayores petroleras, aunque sólo 1,5% de sus acciones están disponibles en la Bolsa de valores saudita Tadawul, un 'free float' bastante bajo en comparación con otras grandes empresas. Además esta salida a Bolsa ha propulsado al mercado bursátil Saudí al séptimo del mundo, por delante de India, Alemania y Canadá. Al respecto seguimos optimistas en el sector de energía y creemos que estos acontecimientos pueden favorecer a determinados valores cíclicos de calidad.

César Pérez es director de inversiones de Pictet WM

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