Dicho enfoque está basado en hechos y no en expectativas, tal y como afirmó recientemente el vicepresidente de la Reserva Federal
MADRID. No esperamos un cambio de tono en la reunión del Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal de EE UU del 27 al 28 de abril. Se espera que Jerome Powell, presidente de la FED, reitere el mensaje que transmitió en entrevistas recientes, incluido el de que la economía estadounidense se encuentra en un punto de inflexión. Las perspectivas de recuperación son sólidas, como lo demuestra la aceleración de la creación de empleo (en marzo se crearon 916.000 puestos de trabajo no agrícolas, frente a los 647.000 previstos) en el contexto de una campaña de vacunación masiva.
Sin embargo, esta recuperación se concentra en ciertos sectores de la economía y aún no está lo suficientemente extendida como para restablecer el pleno empleo: entre 9 y 10 millones de estadounidenses no han encontrado trabajo desde febrero de 2020. La crisis sanitaria sigue siendo el principal riesgo para la economía estadounidense. Finalmente, la subida de la inflación, prevista en un 2,4% en 2021, sigue siendo considerada por la Fed como un fenómeno temporal y contenido. En este contexto, la política monetaria sigue desempeñando un papel fundamental en la combinación de políticas agresivas y su entorno actual está plenamente justificado.
Creemos que la FED seguirá adoptando un enfoque muy pragmático basado en hechos, y no en expectativas, como afirmó recientemente el vicepresidente Richard Clarida. La acción de la FED estará determinada por las cifras de empleo e inflación. Al hacerlo, la Fed se está colocando en un modo "reactivo" en lugar de 'proactivo', y está asumiendo una posición "detrás de la curva". Sin embargo, la Fed debe permanecer particularmente atenta a la inflación, como repitió recientemente el presidente Powell, cuando dijo que estaba listo para tomar las medidas necesarias si la inflación excedía sustancialmente el 2% durante un período prolongado.
En esta etapa, los comunicados de la FED son tranquilizadores para los inversores. Esto se puede ver en las expectativas de inflación del mercado (la tasa de inflación del 5-year/5-year forward swap se ubicó en 2,40% el 23 de abril) y en la estabilización de los tipos a largo plazo en niveles más bajos (el del Tesoro a 10 años cayó de su máximo reciente del 1,75% el 31 de marzo al 1,55% el 23 de abril).
Sin embargo, debe permanecer la cautela. Hemos entrado en una era de cambio de régimen. Por supuesto, el aumento gradual de los tipos de largo plazo es un escenario ideal para la FED y debería permitir evitar un choque violento cuando comience la normalización de la política monetaria. Sin embargo, nos acercamos al punto de inflexión de la política monetaria y se acerca el momento de tomar una decisión. El momento de la reducción (su anuncio e implementación) es clave para los mercados, y cuanto más espera la Fed, mayor es el riesgo de incidentes. Por lo tanto, la actitud 'detrás de la curva' de la FED podría conllevar riesgos.
Franck Dixmier es director de Inversiones Global de Renta Fija de Allianz Global Investors