MADRID (EP). La Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año, que se publicará el próximo martes, reflejará una pérdida de más de 160.000 ocupados, hasta los 19,8 millones, y una subida de la tasa de paro de casi medio punto, hasta el 14,2%, por la crisis del coronavirus, según las previsiones de la patronal de empresas de trabajo temporal y agencias de empleo, Asempleo.
Pese a este descenso del número de ocupados y la subida de la tasa de paro, la patronal cree que los datos no reflejarán "del todo" el impacto de la crisis del coronavirus, puesto que la pandemia solo afectó a uno de cada seis días analizados en esta encuesta. Así, apunta que suponiendo que las medidas restrictivas finalicen a mediados del mes de mayo, el mercado laboral se estabilizará en este mes, "a medida que la actividad económica retome progresivamente su pulso habitual".
Por ello, cree que habrá que esperar hasta el mes de junio para poder observar crecimientos en la afiliación, aunque dice que estos serán moderados. De cara a los próximos tres meses, Asempleo prevé que el empleo siga contrayéndose hasta que no finalicen las restricciones de movimiento y a la actividad económica.
De hecho, estima que las cifras de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social del mes de abril, que publican el Ministerio de Trabajo y Economía Social y el Ministerio de Inclusión Migraciones y Seguridad Social, mostrarán que la afiliación volverá a caer con fuerza en abril, en línea con lo observado en marzo.
El presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, cree que lo malo de las cifras de este mes, no es que se salgan de los rangos históricos de los gráficos, sino que "todavía no dan toda la medida de la intensa destrucción de empleo que va a sufrir la economía como consecuencia de la hibernación que requiere la respuesta sanitaria a la pandemia".
"La rapidez con la que en tan solo quince días se ha desplomado el número de afiliados a la Seguridad Social vuelve a testimoniar la fragilidad de una parte del empleo y la extrema sensibilidad a las perturbaciones que se producen en el normal funcionamiento de la actividad", ha apuntado Cruañas.
Además, ha añadido que, si se suman a los datos de afiliados los de trabajadores afectados por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), el impacto total de la fase más aguda de esta crisis podría superar los tres millones de trabajadores.