MADRID (EP). La Candidiasis vaginal es una de las infecciones más habituales en verano debido a que las altas temperaturas sumadas a la humedad y al sudor, son "los aliados perfectos para crear el hábitat ideal" para que se originen, según explica la ginecóloga de Vithas Castellón, la doctora Sandra Ortega.
Al respecto, ha señalado que se trata de una infección de la vagina, producida por el hongo Candida albicans, que produce picor y ardor vaginal, flujo anormal de color blanquecino que puede ser acuoso o más espeso, así como enrojecimiento en la zona vulvar, dolor al orinar o durante el acto sexual.
La especialista ha señalado que esta infección fúngica puede ser originada por cambios en la flora vaginal, cambios de pH, alteraciones hormonales y, por supuesto, por la humedad y el calor que caracterizan al verano.
Así, estos factores "forman el tándem perfecto para la alteración del equilibrio de la flora íntima, compuesta por un conjunto de microorganismos, denominados lactobacilos, que contribuyen a mantener el equilibrio de la zona íntima y que combate los posibles microrganismos o bacterias que puedan causar infecciones".
No obstante, ha advertido de que hay que recalcar la diferencia con la vaginosis bacteriana, otro tipo de infección vaginal que a menudo se confunde con la candidiasis a pesar de que ambas infecciones son "muy distintas y su tratamiento también". Por ello, es importante acudir al médico para saber qué tipo de infección se padece.
Así, ha señalado que es importante saber identificar bien los primeros síntomas para iniciar el tratamiento lo antes posible viendo las características del flujo para reducir las molestias y antes de saber el resultado del cultivo.
Los síntomas más comunes de este tipo de infecciones son picor, escozor, malestar, irritación o alteraciones en el flujo vaginal. Por esta razón, es muy importante la prevención mediante una higiene íntima adecuada utilizando jabones específicos, con un pH compatible con el pH vulvovaginal que respeten el equilibrio de la zona y que no contengan agentes irritantes.
Asimismo, se debe evitar estar con la ropa de baño mojada durante mucho tiempo y elegir prendas de algodón para la ropa interior o de tejidos transpirables que ayudan a evitar la humedad y permiten la transpiración de la zona íntima. Además, no hay que olvidarse que tras cada deposición "se debe limpiar la zona anal de delante hacia atrás para evitar introducir en la vulva bacterias del recto" y
"fortalecer el sistema inmunitario aumentando el consumo de probióticos".
La doctora Ortega ha recalcado que es "fundamental" acudir al médico en el momento que se empiecen a notar molestias para un diagnóstico certero y que se determine el tratamiento a seguir inmediatamente.
Para ello, se realiza un estudio microbiológico que requerirá una toma de muestra de las secreciones, que se someterán a un proceso de cultivo para poder determinar cuál es el germen que está produciendo la infección y poder tratarla convenientemente. "Cada tipo de infección tiene un tratamiento distinto, por lo que en ningún caso es conveniente automedicarse, y mucho menos con antibióticos", ha advertido.