MADRID (EFE). El Gobierno italiano gastará 3.600 millones de euros, el equivalente al 0,2 % del producto interior bruto italiano (PIB), en una serie de ayudas a empresas que tratarán de reducir el impacto económico que causará el coronavirus en el crecimiento del país.
El ministro de Economía italiano, Roberto Gualtieri, señaló este domingo en una entrevista con el diario "La Repubblica" que el paquete que diseña el Gobierno y que aprobará en los próximos días "contendrá intervenciones a todos los niveles", que serán acordados con los agentes sociales y las autoridades locales.
Seguirá al decreto ley firmado el pasado viernes y que, entre otras cosas, suspende el pago de las facturas de la luz y del gas en los once municipios del norte, aislados por el coronavirus y considerados "zona roja".
"Tenemos varias hipótesis en mente (para esta segunda tanda). Desde el crédito fiscal para las empresas que han sufrido una caída en el volumen de negocio de más del 25 % hasta una bajada de impuestos", apunta Gualtieri, exeurodiputado por el Partido Demócrata (PD).
Estas ayudas exigirán inevitablemente una desviación del déficit previsto para 2020, que el Gobierno estimó en septiembre que sería del 2,2 % del PIB, para lo que Roma pedirá flexibilidad a Bruselas.
"Se trata de un aumento del gasto adicional (...) que es compatible con la flexibilidad prevista por las normas del Pacto de Estabilidad, dado que estamos en presencia de circunstancias excepcionales objetivas", opina.
"Es una cifra coherente y sostenible, calculada con criterios objetivos y acorde a las necesidades reales. No hay motivos para temer que Bruselas lo rechace", añade.
Italia, tercera economía del euro, tiene una deuda que supera el 135 % del PIB y su crecimiento sufrió una contracción del 0,3 % en el cuarto trimestre de 2019 y quedó estancado en términos interanuales.
El coronavirus, que ha dejado por el momento 29 fallecidos y 1.049 pacientes contagiados según las últimas cifras oficiales, afecta especialmente al norte del país, y más concretamente a las regiones de Lombardía, Emilia Romaña y Véneto, que juntas representan el 40 % del PIB italiano.
El bloqueo de la actividad productiva en estas zonas como medida de precaución y la incertidumbre global sobre si es seguro viajar a Italia penalizará notablemente el crecimiento del país, que ya está sufriendo cancelaciones masivas en reservas de hoteles y billetes de avión.
Gualtieri considera que este segundo bloque de medidas apoyará al empleo y a los sectores más afectados, y avanza que conversará con los Veintisiete para estudiar un plan extraordinario coordinado por la Unión Europea (UE) que haga frente a este virus, que se originó en la ciudad china de Wuhan.
"Habrá un impacto en la economía italiana y será en el primer trimestre", asegura, antes de indicar que hay margen, porque el Instituto Nacional de Estadística italiano anunciará mañana el dato de déficit de 2019, que el Gobierno había pronosticado en septiembre que sería del 2,2 % del PIB y que ahora cree que estará entre el 1,6 % y el 1,7 %.