VALÈNCIA. El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, aseguró que el organismo ha analizado el potencial riesgo de contagio del Covid-19 a través de la manipulación de billetes y ha llegado a la conclusión de que “el riesgo es prácticamente nulo”.
El mensaje de tranquilidad lo lanzó durante su intervención en un acto organizado por Servimedia y patrocinado por Grant Thornton para presentar el libro 'El BCE. Propuestas de Reforma' del senador Fernando Martínez-Maíllo, en la que también participaron el presidente del PP, Pablo Casado, y asistió el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
El BCE ya había anticipado de alguna forma esta idea con las conclusiones preliminares de un estudio que se publicará en las próximas semanas y que analiza el potencial riesgo de una propagación de la pandemia a través del uso del dinero en efectivo.
"Realizamos regularmente investigaciones sobre el impacto de los billetes en la salud pública. Desde el brote de la pandemia de coronavirus, hemos estado trabajando estrechamente de cerca con varios laboratorios para evaluar cómo se comporta el virus en diferentes superficies", explicaba el organismo desde su cuenta de Twitter el pasado día 19 de junio.
Conforme a los datos preliminares indicó que la investigación muestra una tasa de supervivencia del virus entre 10 y 100 veces más elevada “en superficies como el acero inoxidable que en los billetes de algodón”. "Las superficies porosas, como las de los billetes de euros también tienen menos probabilidades de transferir el virus que superficies más lisas como el plástico", apuntó el organismo, concluyendo que el riesgo de infección a través de un billete “no tiene importancia particular”.
El temor al uso de billetes despertó rápido en China, ante una iniciativa del banco central para extender a los billetes usados las medidas de desinfección aplicadas al resto de superficies en todo el país.
Por entonces el BCE ya explicó que no había evidencia de un contagio por billetes y el banco central alemán, el Bundesbank, indicó que el Eurosistema analiza de forma periódica si la producción o circulación de billetes en euros puede tener un impacto en la salud pública, también en lo relacionado con el virus.
Las medidas de protección emitidas por diferentes organismos han desaconsejado, sin embargo, su uso en situaciones como los transportes públicos para evitar el contacto físico entre personas y garantizar la distancia social recomendada.
La banca ha subido, de hecho, de 20 a 50 euros el umbral en los pagos con tarjetas que no requiere introducir claves personales a fin de facilitar el abono ‘contacless’ para evitar colas y el contacto entre personas.
Una tendencia que ha motivado diferentes estudios, además del que tiene en curso el BCE, como el de los catedráticos en Medicina Preventiva y Salud Pública José Javier Castrodeza Sanz y Ángel Gil de Miguel, de la Universidad de Valladolid y la Rey Juan Carlos.
Su trabajo desmiente también la tesis de que el pago en efectivo facilite la expansión de la Covid-19 frente a otros medios como las tarjetas de crédito. De hecho, se demuestra una mayor contaminación bacteriana sobre el plástico de las tarjetas de crédito que sobre las fibras de algodón de los billetes o las aleaciones de cobre de las monedas, quienes se han mostrado como una barrera resistente a la viabilidad del SARS-CoV-2.