MADRID. La junta de accionistas de CaixaBank ha aprobado este viernes la propuesta de reparto de dividendo de 0,0268 euros por acción con cargo a 2020 a partir del 24 de mayo, así como la nueva política de retribuciones del banco, que prevé una remuneración fija de 1,65 millones de euros para el presidente José Ignacio Goirigolzarri, –el triple de su remuneración en Bankia–más un variable de hasta 200.000 euros y un incentivo a largo plazo en acciones si se cumplen objetivos.
La entidad ha celebrado este viernes en València su primera junta general de accionistas como grupo consolidado tras la fusión con Bankia, destinará 216,09 millones de euros a retribuir a los accionistas. La nueva política de retribuciones se ha aprobado por mayoría, aunque ha contado con el rechazo unánime y las críticas de los diferentes sindicatos representados en la junta, que además de arremeter contra el consejo por el ERE han considerado que las nuevas retribuciones están "fuera de la realidad".
La cita ha estado condicionada por el clima de conflictividad asociado el ERE que la entidad ha iniciado formalmente esta semana y que supondrá el despido de 7.791. Desde primera hora de la mañana alrededor de 400 empleados de banca se han concentrado frente al Palacio de Congresos, donde se celebra la junta general, en protesta por el ERE.
Al respecto, Goirigolzarri ha manifestado durante su discurso estar "convencido" de que van a alcanzar acuerdos con los sindicatos en el marco del proceso de reestructuración, mientras que el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha asegurado que la dirección del banco buscará "activamente llegar a un acuerdo razonable" con los sindicatos, "que asegure la competitividad futura de CaixaBank, eliminando los solapamientos derivados de la fusión" con Bankia.
Sobre la retribución que percibirá como presidente ejecutivo de CaixaBank, ha defendido que está "en la línea con los esquemas tradicionales de CaixaBank y es inferior a las referencias comparables del mercado".
En el turno de intervenciones, los representantes de los trabajadores han aprovechado para evidenciar su rechazo a los despidos forzosos y a las medidas traumáticas, solicitar la homologación de las condiciones laborales de la plantilla procedente de Bankia y exigir la voluntariedad absoluta de las salidas. También han coincidido en criticar los salarios "desproporcionados".
Precisamente este viernes, la Dirección General de Trabajo ha requerido formalmente a BBVA y a CaixaBank que sean "estrictamente rigurosos" con las formalidades del periodo de consultas de sus ERE, cuyas primeras medidas a debatir deben estar destinadas a evitar o reducir los despidos planteados por el banco. En concreto, les insta a que "el desarrollo de un periodo de consultas que sea estrictamente respetuoso con las formalidades y, en especial, con cada uno de los contenidos recogidos en la normativa aplicable y, en particular, con aquellos referidos en este documento".
Las representantes tanto de CCOO como de UGT en la entidad han rechazado cualquier salida forzosa, han exigido voluntariedad en el ajuste y han reclamado que se tengan en cuenta las propuestas sindicales en la mesa de negociación.
Han resaltado, también, el "esfuerzo" de la plantilla durante la pandemia y han calificado de "salvaje" el ajuste de plantilla previsto y de "miserables" las condiciones con las que la dirección plantea llevarlo a cabo. Han criticado, además, las retribuciones "desproporcionadas y fuera de la realidad" previstas en la nueva política de remuneraciones, que han rechazado en bloque.
Tras las intervenciones, Goirigolzarri ha replicado que la política de remuneraciones de CaixaBank está reglada y las decisiones de remuneración se toman en el consejo a partir de la propuesta de la comisión de retribuciones, que tiene mayoría de consejeros independientes, con el asesoramiento de empresas externas. La política de remuneración del consejo, ha recordado debe ser aprobada por la junta cada tres años.
La remuneración por consejero en CaixaBank ha estado "claramente por debajo" de la media de las entidades comparables en 2020. En concreto, la ha cifrado en el entorno del 50% en relación con el resto de entidades del Ibex, excluida Bankia.
"La propuesta de mi propia remuneración se realiza en el marco de la operación de fusión, votada por más del 99% de los accionistas", ha manifestado el presidente de CaixaBank, que ha destacado el carácter ejecutivo de su cargo al tener competencias en áreas como auditoría.
En este contexto, Goirigolzarri ha subrayado que le remuneración total del consejo en 2020 es inferior a la de 2019 porque hubo reducción del numero de consejeros y porque el consejero delegado renunció a la parte variable. Ha incidido, además, en que la retribución fija ha permanecido sin cambios desde 2015 y la propuesta es mantenerla en 2021.
Respeto a la la remuneración fija del consejero delegado, el presidente ha defendido que esta ha permanecido invariable en 2020 respeto a 2019 y ha recordado que el año pasado renunció al variable. En 2021, su remuneración está "claramente por debajo" de lo que le correspondería por las referencias comparables, ha señalado.
Además, ha destacado que el nuevo consejo de CaixaBank cuenta con quince consejeros, lo que implica una reducción del 44%.
Además de la remuneración al accionista con cargo al ejercicio 2020, que ascenderá al 15% del resultado consolidado proforma de CaixaBank y Bankia, en línea con las recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE), la junta ha aprobado por mayoría la dotación de una reserva legal con un importe de 415,84 millones de euros, con cargo a reservas voluntarias, lo que permite que la reserva legal alcance el 20% del nuevo capital social tras la reciente ampliación de capital en 2.079,2 millones de euros mediante la emisión de acciones para atender el canje de los títulos de Bankia en el marco de la fusión por absorción.
También se ha acordado la reclasificación a reservas voluntarias de la reserva por fondo de comercio, que a 31 de diciembre de 2020 ascendía a 508,73 millones de euros.
Los accionistas también han dado su visto bueno a las cuentas de la entidad, al informe de gestión, a la reelección de José Serna Masiá y Koro Usarraga Unsain como consejeros, a la reelección e PwC como auditora en 2022 y a una serie de modificaciones de los Estatutos Sociales de la entidad.