Extranjeros que deciden emprender en España: ¿por qué lo hacen?

MURCIA. Gabor Balogh nació en Hungría, pero como su padre pertenece al cuerpo diplomático, fue destinado a Madrid. Esa es la causa de que Gabor, ahora con 27 años, lleve más de una década residiendo entre nosotros y, por el momento, no tiene intención de marcharse. Menos ahora, que ha montado una empresa de logística para transporte de mercancías por carretera: Trucksters, actualmente acelerada por Lanzadera y en la que ejerce el rol de co-CEO.

Después de finalizar los estudios de Administración y Dirección de Empresas en la Carlos III de Madrid, Balogh solicitó un Erasmus que le permitió residir durante un tiempo en California, primero, y en Hong Kong, después. A su regreso a España, trabajó durante un tiempo en una consultora de negocios, hasta que decidió montar, con un compañero de Universidad, Trucksters. Teniendo en cuenta el sector en el que se ha metido, cree estar en el lugar adecuado dado que España es, después de Polonia, el país europeo donde más kilómetros se recorren para el transporte internacional de mercancías por carretera.

Pero no es solo una cuestión de oportunidad de mercado. “Aunque no sea el paradigma, creo que, en general, es una cultura bastante abierta al emprendimiento. Tengo la impresión de que si me hubiese plantado con la misma idea que desarrollamos aquí en Hungría, me hubiese encontrado todavía con más barreras financieras y burocráticas”, afirma. Al margen, alega otras razones, como la tortilla de patatas o las terrazas al aire libre. “De hecho la idea de Trucksters surgió tomando un te en una terraza”, recuerda.

El entorno: un gancho para captar talento

También Roy Petter Torgersen llegó a España, procedente de Noruega, a los 14 años de edad, acompañando a sus padres. Ya en la adolescencia, regresó a Noruega para enrolarse en el Ejército y, posteriormente, pasarse a la marina civil, donde trabajó para empresas petroleras y gasísticas. Debido a su trabajo, Torgersen ha tenido oportunidad de visitar muchos países, pero afirma que “solo en España, me siento como en mi hogar, como si estuviese viviendo en Noruega”.

Roy Torgersen es el fundador de Nido Robotics, una startup especializada en el alquiler y venta de drones submarinos para la ejecución de inspecciones y mantenimiento. La sede la tienen en Murcia, que es donde él reside junto a su compañera y su hija. El de la conciliación familiar es, precisamente, uno de los aspectos que le parecen mejorables en nuestro país. “No me extraña que estén bajando los índices de la natalidad aquí. Con unos permisos de baja por maternidad y paternidad tan bajos, es para pensarse lo de tener hijos”.

Por lo demás, el resto de los factores que Torgersen ve en contra, los relativiza y termina por convertirlos en virtud. “Yo soy de los que corroboran, al 100%, la opinión de que en España se vive bien y hay calidad de vida. Puede que aquí se trabaje más horas que la media europea, pero el tiempo de ocio y de relajación es más gratificante. A la gente le gusta salir con los amigos y conversar mientras que, en muchos países de Europa, el día de reduce a ir del trabajo a casa y a la inversa”. Tal es su convicción de que nos movemos en un buen entorno, que uno de los argumentos que utilizan en Nido Robotics para captar talento de fuera es esa. “Trabajamos y vivimos en la hermosa Murcia, donde disfrutamos de 300 días de sol, hermosas playas mediterráneas, excelente comida, muchas actividades deportivas y un bajo coste de vida (en comparación con Barcelona, Madrid, Berlín, Londres, Nueva York, San Francisco, o en cualquier lugar del mundo”, puede leerse (en inglés) en la oferta que tienen actualmente publicada en su web para cubrir un puesto de un Head of Marketing.

“No veo la necesidad de irme a Silicon Valley”

Hans Christ es el CEO de Bipi, una solución de coches por suscripción de forma flexible. Pero no es este el primer emprendimiento de éxito de este guatemalteco residente en Madrid. Antes montó, también junto a Alejandro Vigaray Plaza, Llollo, un servicio de movilidad que soluciona el problema de los aparcamientos de larga estancia.

Igual que los anteriores, también Christ ha tenido oportunidad de residir en muchos otros países antes de decantarse por España. Él mismo dice que es “una mezcla rara”. De padre alemán, nació en Guatemala y creció en México. De aquí se fue a Estados Unidos ,donde estuvo viviendo más de diez años. Trabajando en Nueva York para la multinacional de descuentos Groupon, le destinan a España, abandona el puesto al cabo de un año y ya, sin planearlo, decide quedarse aquí. “A mí me parece que hay buena calidad de vida. Además, me siento cómodo con el idioma y con la cultura”, afirma.

Tampoco parece haber tenidos serios problemas para escalar la compañía desde aquí en lo que se refiere a la financiación. Actualmente Bipi cuenta con 70 personas en plantilla. Hace dos años consiguió levantar 2.5 millones de euros en una ronda de financiación y hace unos meses consiguió cerrar otra Serie A de 6,5 millones de euros, liderada por el fondo israelí Maniv Mobility.

Cuestionado sobre si alguna vez se ha planteado la posibilidad de lanzar una compañía desde Silicon Valley, Christ responde: “No puedo decir que la cultura americana me guste especialmente pero, también desde un punto de vista más práctico, creo que si fuese a montar otra compañía desde cero, me sería más fácil hacerlo desde aquí que ya conozco el mercado y tengo algunos contactos. Tal vez antes me lo hubiese planteado, pero ahora no veo la necesidad. Aquí hay talento, un estilo de vida que me gusta y un ecosistema que, aunque tiene que seguir mejorando, ha evolucionado mucho desde que empecé con Llollo hace 6 años hasta ahora”.