El CIO de Edmond de Rothschild AM recuerda que los márgenes empresariales a ambos lados del Atlántico están bajo presión
MADRID. Dado el alcance de la disputa comercial entre Estados Unidos y China, la primera fase de cualquier acuerdo siempre es la parte más fácil. La fase 2, y especialmente la fase 3 requerirían de un gran cambio en el clima político actual que actualmente parecen inalcanzables. Y, hay un fuerte consenso político en Estados Unidos para imponer sanciones a China hasta que Pekín adopte prácticas comerciales normales.
En cuanto a Reino Unido, aunque se evite un Brexit duro, es probable que las negociaciones duren más tiempo del que está programado y que establece una fecha límite en 2020. Los acuerdos comerciales siempre tardan varios años en materializarse y todavía no tenemos ni idea de cómo reaccionará el próximo gobierno de Reino Unido. En ambos casos, la incertidumbre política será lo suficientemente alta como para causar un daño duradero en la inversión empresarial.
Asimismo, los signos de estabilización del sector manufacturero del pasado mes de octubre parece que no constituyen una tendencia, especialmente debido a que el sector servicios, que presentaba gran resistencia, ahora parece un poco más propenso a la actual recesión industrial. De tal modo que seguimos manteniendo un escenario de desaceleración global.
Además de estos factores y de las incertidumbres políticas, hay que recordar que los márgenes empresariales a ambos lados del Atlántico se encuentran bajo presión, debido, principalmente a las presiones salariales. Esto proporciona cierta visibilidad sobre el gasto de los consumidores, pero dificulta la previsión de los datos de inversión y creación de empleo, hasta el punto de que coloca el ciclo firmemente en una tendencia a la baja.
En nuestra opinión, los movimientos del mercado en octubre se debieron más a que los inversores reposicionaron sus carteras para alejarse de la fuerte exposición a los sectores defensivos y a la duración de sus dictados más que a la modificación su escenario. Con este telón de fondo, seguimos algo cautelosos en nuestra asignación de activos.
Ahora que el riesgo político de Reino Unido ha seguido el ejemplo de Italia y se ha relajado, hemos aumentado nuestra posición en la renta variable europea. El riesgo político había llevado a los inversores internacionales a infraponderar fuertemente la renta variable europea, por lo que ahora podrían haberse puesto al día.
Benjamin Melman es CIO de Edmond de Rothschild Asset Management