MURCIA. La producción citrícola española rozará esta campaña los siete millones de toneladas, con un crecimiento especialmente relevante de los pequeños cítricos. Según ha informado el Ministerio de Agricultura, el aforo previsto para el conjunto de zonas productoras estatales alcanza los 6,9 millones de toneladas, lo que supone un 12% más que en la temporada anterior. Esta finalmente fue un 18% inferior a la precedente (que batió el récord de productividad), apenas un punto menos de lo previsto el año pasado a estas alturas, cuando se auguraba peor.
En una reunión telemática en que participaron prácticamente todas las organizaciones agrarias y el Comité de Gestión de Cítricos, la directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana, informó este martes de las previsiones para la campaña en ciernes, en base a los datos de las cuatro comunidades autónomas productoras: la valenciana, andaluza, murciana y catalana.
Los datos muestran que la producción de naranjas crecerá un 4% respecto al ejercicio pasado, pero se situará incluso por debajo de la media de los últimos años, algo curioso para ser la próxima temporada, a priori, de alza en la producción debido a la vecería de los árboles. Un comportamiento diferente tendrán las mandarinas y clementinas, cuyo aumento está cuantificado en un 28% respecto a la campaña previa (más de medio millón de toneladas), que fue especialmente negativa para este segmento de la citricultura.
El incremento previsto de los pequeños cítricos respecto a las cinco temporadas anteriores es del 11,6%, pero hay que tener en cuenta las malas cifras del año pasado y que en la media se incluyen tres años de baja producción y dos de alta.
No en vano, desde la irrupción del coronavirus, los mercados están funcionando excepcionalmente bien. El propio Ministerio, en su información posterior al aforo y al hacer balance de la campaña pasada, destaca: "El comercio ha mostrado un gran dinamismo, sobre todo a partir del inicio de la pandemia, al ser los cítricos una fruta de fácil conservación y durabilidad, además de aportar cualidades muy saludables". Esto ha provocado que se dispare el consumo nacional un 5,1% en cuanto al tonelaje hasta mayo. El valor ha crecido un 17%.
En cuanto a las exportaciones españolas, la caída productiva motivó que hasta marzo cayesen un 3,4%, pero su valor creció un 19%. Esto se ha logrado al priorizar los mercados tradicionales (la Unión Europea) frente a terceros países y al esfuerzo de los exportadores para cumplir los requisitos sanitarios por el coronavirus, según resalta el Ministerio. Ello llevó a rozar el medio millón de toneladas exportadas en marzo, todo un récord.
Asimismo, esto ha derivado en un incremento de las cotizaciones en el campo, "sobre todo en las primeras semanas de la pandemia", reza el Ministerio, que pone como ejemplo significativo a la naranja, cuyo precio medio "se ha más que doblado respecto a la temporada 2018/19, situándose un 40% por encima del precio medio de las cinco campañas precedentes".