La moneda europea también se ve impulsada por los primeros indicios de que la epidemia en Europa ya no crece de forma tan exponencial, según el experto
MADRID. La gran volatilidad vivida en los mercados financieros ha continuado, aunque al menos ahora, en vez de las caídas de la semana anterior, vemos movimientos bidireccionales. Las acciones y el crédito repuntaron en todo el mundo tras los programas de estímulo monetario y fiscal anunciados a ambos lados del Atlántico. Como activo refugio, el dólar se movió en la dirección opuesta, cayendo drásticamente frente a todas las demás divisas del G10 y la mayoría de las de los mercados emergentes.
Tres factores afectarán a los mercados esta semana. En primer lugar, la evolución del coronavirus en todos los países -sobre todo en EE UU donde la infección está cogiendo velocidad-. En segundo lugar, la magnitud del impacto económico que se observa en los principales indicadores. Por último, las medidas de apoyo económico a particulares y empresas que se anuncien en los distintos estados afectados. En general, vemos posibilidades de que el euro continúe en ascenso, ya que, por un lado, las noticias de EE UU empeoran y, por otro, comenzamos a ver los primeros indicios de que la epidemia en Europa ya no crece de forma tan exponencial.
La semana pasada la libra esterlina fue la divisa con mejor rendimiento. Está ya por encima de su valor frente al dólar americano hace dos semanas. Esto se debe en parte a la volatilidad general y al desequilibrio en los mercados. Los programas de apoyo económico a las pymes (del Gobierno de Johnson) y a las grandes empresas (Banco de Inglaterra) tuvieron una buena acogida por los mercados y también han contribuido. Esta semana no encontraremos muchas noticias que reflejen el impacto de la crisis, pero parece quedar claro que la caída a mínimos históricos de hace dos semanas ha despejado las ansias especulativas y esperamos que la libra resista en las próximas semanas.
El fuerte repunte de la moneda común durante la semana pasada se debió más al aumento general de la aversión al riesgo que a las noticias de la Eurozona. Esta semana veremos algunos datos interesantes a los que de momento se les está prestando poca atención, y es que las cifras de inflación de marzo ya reflejarán el impacto de la crisis. Será interesante ver si el colapso de la demanda o la contracción de la oferta derivados del aislamiento han tenido repercusión en los precios. También estaremos atentos a los detalles de los programas de apoyo a particulares y pymes, ya que estos serán clave para la futura recuperación de la recesión que se avecina.
La crisis del coronavirus ha golpeado ahora a EE UU con toda su fuerza. El país americano encabeza el ranking de nuevos infectados diarios, y eso a pesar de que las pruebas de detección están siendo todavía limitadas. La caótica respuesta de las autoridades federales y algunas estatales tampoco ha ayudado. La crisis se ha extendido además a la economía, ya que el aislamiento ha provocado un aluvión de más de tres millones de solicitudes de subsidio por desempleo -la mayor de la historia-, en comparación con los doscientos mil de hace dos semanas. Esta semana conoceremos también en el informe mensual de nóminas el número de empleos perdidos en marzo. Probablemente el recrudecimiento de la crisis en EE UU frente a la estabilización provisional que estamos viendo en las nuevas cifras de contagio en Europa vaya en contra del dólar estadounidense estos días.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury