El alzamiento de Virtoc contra las 'Armas de distracción masiva': la reinvención del arte urbano

MURCIA. No está todo perdido; no en la obra del murciano Virtoc, en la que los libros, como símbolo de la cultura, son las armas con las que un grupo de jóvenes se rebelan contra el control, la manipulación, la falta de pensamiento crítico y el consumismo al que están sometidos con las nuevas tecnologías. Frente a ellos, unos personajes enchaquetados y con rostros de calavera portan móviles con un ojo que quiere verlo y decidirlo todo. Hay bajas, sí, pero al meno hay lucha.

Virtoc desarrolla esta ácida crítica social en las doce obras -dos de ella de gran formato (tres metros de ancho)- que conforman la exposición Armas de Distracción Masiva, que este viernes (11.30 horas) se inaugura en el Laboratorio Artístico de El Carmen (LAC), en Murcia. La muestra es fruto de la residencia que el artista ha llevado a cabo durante el último año y medio en el Cuartel de Artillería, donde ha realizado este trabajo con técnicas propias del arte urbano, como son sprays, stencil y paste-up. 

Para este proyecto, el autor ha investigado en el uso de otros materiales en el arte y se ha alejado de soportes tradicionales como puede ser el lienzo. Así, Virtoc lleva a cabo su obra, como el artista urbano que es, en una especie de muro de cemento que ha creado y que simula la apariencia y hasta la rugosidad que tienen las paredes que, cuando puede, pinta en el exterior. El resultado son unas imágenes muy realistas e impactantes, que trasladan el espíritu del arte callejero al interior de una sala de exposiciones.

Como curiosidad añadida, los jóvenes que aparecen en estos 'cuadros' son otros creadores con los que Virtoc ha coincidido durante su residencia artística en el Cuartel de Artillería. Portan libros como La quimera del oro, Los Miserables, Akira, V de Vendetta, Macbeth, Don Quijote de La Mancha, La teoría del todo, Rebelión en la granja, Utopía, Ensayo sobre la ceguera, El diario de Ana Frank, Los santos inocentes o El retrato de Dorian Gray. "He elegido estos títulos porque de alguna manera me han marcado a mí o lo han hecho en generaciones y generaciones", explica. Es una forma de representar el pensamiento independiente, que en este contexto se convierte en rebeldía.

De esta forma, Virtoc representa escenas distópicas de una sociedad ficticia en la que el desarrollo del espíritu crítico se ve amenazado por factores como la alienación que genera el uso abusivo de redes sociales; una sociedad donde se controlan y manipulan los datos para crear movilizaciones y corrientes de opinión, para incitar a un consumo que no se puede mantener o para ofrecer una imagen superflua de uno mismo. 

Aunque formado en pintura clásica, Virtoc entró en contacto con un grupo de artistas callejeros durante un viaje que realizó a Alemania cuando tenía 25 años; ellos fueron quienes le introdujeron en las técnicas habituales del urban art . Se estrenó por todo lo alto, ya que su primera obra fue sobre el Muro de Berlín. No obstante, este creador -que utiliza un nombre ficticio como tantos artistas callejeros para firmar sus obras y conservar de alguna manera un cierto anonimato- asegura que siempre que pinta en la calle lo hace con respeto y responsabilidad, en sitios permitidos o buscando lugares abadonados; lo malo es que en estos últimos, reconoce, su obra no tiene demasiado público "porque nadie pasa por allí". 

Virtoc ha llevado su producción por diferentes ciudades como Nancy (Francia), Edimburgo, Londres y Houston. Muchas de sus piezas las realiza con público en directo, en diferentes exposiciones y eventos artísticos en los más punteros museos y galerías de arte. Actualmente compagina su labor como docente con la carrera artística y los estudios en la Facultad de Bellas Artes de la UMU.