CARTAGENA. Un gran jardín dio la bienvenida a los invitados de la Gala 50 Aniversario del Nuevo Teatro Circo de Cartagena, un guiño histórico a los jardines de los que disponía el primer Teatro Circo para disfrutar del cine en verano. Así comenzaba la fiesta de cumpleaños celebrada el pasado martes, en la que los asistentes pudieron disfrutar de música, de la mano de la banda cartagenera Nunatak; vivir momentos emotivos, recordando la historia del teatro y de sus trabajadores; y todo ello salpicado con las pinceladas de magia de Jorge Blass, quien además fue el conductor del evento. El fin de fiesta corrió a cargo de la compañía Pablo Méndez Performance, que sorprendió por la originalidad de su espectáculo.
Unos 400 invitados empezaron a acudir al Nuevo Teatro Circo sobre las 20.30 horas de la tarde del pasado martes. La recepción se realizó en las puertas del teatro, engalanada con motivo de esta significativa efeméride como un gran jardín con vistosas y fragantes flores, un guiño histórico a los jardines de los que disponía el primer Teatro Circo, donde los cartageneros disfrutaban del cine en las calurosas noches de verano.
Entre los invitados alternaron personalidades públicas con representantes de todos los sectores de la ciudad, con gran representación del mundo cultural, y por supuesto, una representación del público que durante todos estos años ha acudido incondicionalmente al teatro.
La gala estuvo conducida, a través de los números de magia, por el ilusionista Jorge Blass y los primeros en subirse a las tablas del Nuevo Teatro Circo fueron Nunatak. La banda cartagenera presentaba en formato reducido, con Adrián Gutiérrez, Alex Martínez y Pedro Hernández, teclado batería y guitarra, un viaje de sensaciones y experiencias sonoras, a través de tres temas en directo, que hicieron vibrar a todo el público desde la primera nota.
Cincuenta años de vida ofreciendo y albergando todo tipo de eventos culturales dan para mucho, por eso el teatro quiso hacer también un breve repaso por la su historia, recordando los grandes momentos vividos en sus butacas.
Finalizada la proyección del vídeo, que resumía todos estos años de cultura, la gerente del Nuevo Teatro Circo, Isabel Belmonte, quiso dar la bienvenida a todos los asistentes y agradecerles su asistencia, ‘a este público que nos ha acompañado a lo largo de esta travesía, por su fidelidad y lealtad, nunca nos habéis fallado. Muchas gracias a todos por acompañarnos en esta noche mágica”.
La gala dedicó también un pequeño espacio de su tiempo para reconocer el trabajo de todos los profesionales que han hecho posible durante tantos años que los cartageneros disfruten en esta sala de tantos espectáculos. Un reconocimiento diseñado y creado por el escultor Fernando Sáez de Elorrieta. Son muchos los que se merecerían este reconocimiento, pero el teatro quiso simbolizarlo en las siguientes personas: en los trabajadores de sala y proyeccionistas, se simbolizó en la persona de Alfonso Santos; en el personal técnico y de escenario, recogió el reconocimiento el director técnico, Juan Antonio Cegarra, y en los promotores culturales cartageneros, pioneros en el sector, subió al escenario, en nombre de todos ellos, José Sevilla.
El más importante de los agradecimientos fue para el público, en representación de todos los cartageneros recogió el reconocimiento la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón. La primera edil dio las gracias en nombre de todo el público con estas palabras, “como espectadora, os agradezco vuestro reconocimiento a los miles de cartageneros que han ocupado este patio de butacas y se han marchado llenos de sueños, de alegrías, de aplausos entregados, de lágrimas, y, en definitiva, de vida”. La alcaldesa también explicó que, “Cartagena no se entendería sin su Teatro Circo, por eso desde el Ayuntamiento estamos negociando su compra, porque entendemos que éste inmueble es un bien público que presta un servicio a la sociedad de incalculable valor. Debemos preservarlo, protegerlo y renovarlo para que siga ejerciendo su función pública y qué mejor forma de hacerlo que convirtiéndolo en un bien municipal”.
La gala concluyó con la original actuación de la compañía Pablo Méndez Performance, que presentó al teatro a través de la arquitectura y la naturaleza. Una visión mágica de la naturaleza, que transportó al público a un mundo de fantasía. Una marioneta fue el hilo conductor de la historia, un personaje que llevó consigo la diversidad de las artes escénicas que han pasado y pasarán por este teatro: la danza, el teatro, el circo y la música