MURCIA. Uno de los trastornos del sueño más habituales es el insomnio, es decir, la dificultad para conciliar y/o mantener el sueño y la imposibilidad de disfrutar de un sueño reparador. Un problema que según la Sociedad Española de Neurología (SEN) afecta a una de cada tres personas en España y que, a largo plazo, puede conllevar mayor riesgo de padecer ciertas patologías.
Según la doctora Maribel Andrés, neurofisióloga y responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Vithas Castellón, “una falta de descanso habitual a largo plazo, aumenta el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, hipertensión y otras enfermedades cardíacas, además de afectar al bienestar general y a la calidad de vida”.
Un estado de estrés, nervios o ansiedad ante la presencia de algún problema o acontecimiento importante, puede producir un insomnio puntual, “pero si se repite o dura en el tiempo, es decir, varios despertares durante la noche sin poder conciliar de nuevo el sueño; más de 3 episodios de insomnio por semana, y su duración es superior a los 3 meses, ya se puede hablar del insomnio como una enfermedad crónica”, agrega la especialista.
Para la doctora Maribel Andrés, "un gran número de pacientes que llegan a la consulta toman pastillas durante mucho tiempo, sin que puedan solucionar realmente el problema, ya que el tratamiento farmacológico recibido no suele ser el adecuado. Los síntomas más frecuentes son una excesiva somnolencia diurna, el insomnio crónico, síndrome de piernas inquietas, ronquido, apnea del sueño, sospecha de epilepsia nocturna o narcolepsia entre otros”.
La solución, según la especialista, es “acudir a una unidad especializada del sueño donde se realice un examen médico completo del paciente y un estudio del sueño que es la polisomnografía, prueba diagnóstica de referencia”.
Para realizar esta prueba el paciente pasa una noche durmiendo en la unidad siendo monitorizado de forma exhaustiva por personal cualificado. Se trata de un registro nocturno de la actividad cerebral, el nivel de oxígeno en la sangre, la respiración, la función cardiaca, la postura, los movimientos corporales, y otras variables, que permiten lograr un diagnóstico preciso de las alteraciones que se producen durante el sueño. Además, el registro comprende una grabación en video y audio de cualquier movimiento o conducta anormal durante la noche.
Tal como explica la responsable de la unidad, “la polisomnografía completa es la única prueba que aporta toda la información necesaria para llegar a solucionar el problema de manera individualizada, ya que para establecer un correcto diagnóstico de cualquier trastorno del sueño se debe monitorizar de forma imprescindible la actividad bioeléctrica cerebral (estadios de sueño) y también las funciones biológicas ya descritas anteriormente “
Para la profesional, “se llega a conocer el origen y las características del insomnio tras una valoración personalizada (historia clínica previa) y con los resultados de la polisomnografía nocturna. Esto permitirá establecer el tratamiento adecuado puesto que se enfoca el problema de manera individualizada y desde un punto de vista multidisciplinar, pudiendo redirigir al paciente a especialistas como neumólogos, neurólogos, otorrinolaringólogos, odontólogos, psiquiatras o psicólogos”.
“Además, es básico y muy importante, -señala la doctora Andrés-, corregir los comportamientos que impiden conciliar el sueño para sustituirlos por hábitos nuevos siguiendo unas buenas pautas de higiene del sueño”.