VALENCIA. "La evolución del virus nos ha llevado a una situación grave, lo que nos obliga a tomar decisiones por parte de la Generalitat, sin excesos y con un análisis riguroso de la situación". Así ha empezado Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana, su comparecencia, este martes, después de la reunión de la Mesa Interdepartamental y en la que ha anunciado que el toque de queda se avanza a las 10 de la noche, el cierre de la hostelería a las 17 horas, así como que se prohíbe fumar en las terrazas, y la reducción del aforo del 30% de los comercios. El número de personas que podrán ocupar mesas en los bares y restaurantes, tanto dentro como fuera del local, será de 4 personas. Estas medidas entrarán en vigor a partir del 7 de enero, y permanecerán activas hasta el 31 del mismo mes.
También ha anunciado el cierre perimetral de 26 municipios de la Comunidad Valenciana por la alta incidencia de covid-19 que presentan. 4 en Castellón, 3 en Alicante y 19 en Valencia. La medida entrará en vigor a partir del 7 de enero y durará un mínimo de 14 días.
En Castellón, los municipios cerrados han sido Soneja, Jérica, Atzeneta del Maestrat y Borriol. En Alicante, Alcoy, Castalla y Polop. Y, en Valencia, Llíria, Massanassa, Ayora, Utiel, Sedaví, Sollana, Guadassuar, Oliva, Daimús, Canals, Benigànim, Xàtiva, Morixent, Ontinyent, Cheste, Sinarcas, Anna, Quatretonda y Bonrepòs i Mirambell.
"No podemos permitirnos más retrasos en la vacunación", y por ello ha recordado el anuncio que hizo este martes la consellera de Sanidad y sobre el que ha asegurado que el lunes y martes de la semana que viene acabaran las vacunaciones en residencias, excepto aquellas que tengan casos de covid.
Puig ha recordado que la Comunidad fue la primera en tomar decisiones drásticas como cerrar la hostelería o cerrar perimetralmente el territorio valenciano.
Estas decisiones, se han tomado, según Puig, en torno a pilares como"la vacunación, el derecho a la Educación, las restricciones y la atención sanitaria", y se producen después de que la situación epidemiológica haya empeorado en las últimas semanas en la Comunidad Valenciana. Este lunes, por ejemplo, los hospitales de la Comunidad tenían 2.121 personas ingresadas por coronavirus. Además, se registraron 2.012 nuevos casos de coronavirus confirmados por prueba PCR o a través de test de antígenos desde la última actualización. Y se notificaron 43 fallecimientos por coronavirus, por lo que el total de defunciones llega a las 3.031 personas.
A pesar de esa situación el Gobierno valenciano, que no tomó medidas excepcionales más drásticas durante las fiestas navideñas a pesar de la subida en los contagios y de las cifras de fallecimientos, que se mantienen en números críticos desde hace semanas, ha esperado hasta que los indicadores fueran escandalosos.
Por otra parte, Ximo Puig ha ratificado la decisión de Sanidad de mantener la vuelta a las aulas el próximo jueves, tal y como estaba previsto en el calendario escolar, rechazando así la petición del sindicato STEPV, que había solicitado, reiteradamente, que se aplazara el regreso de niños y niñas a los centros educativos.
Además, se prohíben las competiciones deportivas en infantil y primaria.