MADRID (EFE). El director de Análisis Económico del BBVA Research, Rafael Doménech, ha advertido de que los cambios del sistema de pensiones que prepara el Gobierno no serán “una reforma integral” y “no atajarán el problema del déficit contributivo”, que preocupa a la Unión Europa, ya que aumentará la deuda del país.
En la jornada telemática titulada “Las pensiones después de la pandemia”, organizada por Deusto Business Alumni, Doménech ha intervenido junto al presidente del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones, José Antonio Herce, y ambos han coincidido en la urgencia de adoptar medidas encaminadas a garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y en que los cambios adelantados parecen insuficientes.
Doménech ha valorado que el Gobierno haya previsto retrasar la edad de jubilación, pero ha puntualizado que eso solo “no elimina el déficit existente, ya que cada nueva pensión está generando más derechos de lo que se ha cotizado”.
Los pensionistas reciben entre un 40 y un 60 % más de lo cotizado a lo largo de su vida laboral, ha constatado, y la reforma planteada por el Gobierno prevé “pasar de una manera poco transparente ese déficit del sistema de pensiones al Estado, y así, “lo financia, pero no resuelve el problema de fondo, como sí han hecho hace décadas otros países", ha sentenciado.
Sin embargo, ha lanzado “un mensaje de tranquilidad” y ha asegurado que “la insostenibilidad del sistema no va a hacer que las pensiones desaparezcan". "Se seguirán pagando y se mantendrán como uno de los pilares de nuestro estado del bienestar”, si bien su duda se centra en “qué tipo de pensiones y de qué cuantía” serán, si no se adoptan decisiones para corregir “de manera gradual” ese déficit.
La reforma debía orientarse a conseguir un sistema más eficiente, que “garantice unas pensiones que sean más elevadas y equitativas” en un futuro, y, en su opinión, eso se conseguiría aplicando un sistema de reparto contributivo de cuentas nacionales o individuales como tienen otros países europeos como Suecia.
Consiste, ha explicado en que cada trabajador elige lo que va a cotizar en su vida laboral y al jubilarse recibe cada euro cotizado. Ello debería dar lugar a una pensión de jubilación del sistema público “suficiente”, a las que podrían sumarse otros complementos, con aportaciones a fondos de empresas y privados, ha planteado.
De esa manera, Doménech y Herce han defendido un sistema mixto, que al llegar a la jubilación garantice a la persona tener “una renta parecida” a la que tenía cuando estaba en activo y tener suficiencia financiera, para lo cual han insistido en la necesidad de formar a los trabajadores para que se planifiquen de cara a ese momento.
En cualquier caso, Domenech ha destacado que una de las claves para garantizar una pensión media más alta es que los salarios medios suban, y otra sería retrasar la edad de jubilación, según avanza la esperanza de vida.