MURCIA. Sábado, 14 de marzo de 2020, el Gobierno decreta el Estado de Alarma para hacer frente a la expansión de la covid. A muchos empleados les suena el teléfono, les dicen que no vayan el lunes a la oficina, que van a trabajar desde casa. Así irrumpió en muchas empresas y organismos el teletrabajo, sin avisar ni preparar. Mientras empleados y empresarios se preguntaban cómo lo iban a hacer, los ciberdelincuentes comenzaban a frotarse las manos ante esta falta de planificación.
"Durante la pandemia el número de ciberataques a empresas privadas y organismos públicos se ha incrementado notablemente en España y en el mundo. Las amenazas en Internet se han multiplicado un 2.000%, según datos del informe de Telefónica", explica Jesús Martínez Martínez, decano del Colegio Oficial de Ingenieros en Informática de la Región de Murcia.
Además, según StudentFinance, empresa que ofrece formación para cubrir las ofertas del sector tecnológico, detectó que la demanda de perfiles relacionados con la ciberseguridad experimentó un aumento del 278% desde el pasado octubre 2020, tras analizar las ofertas de trabajo especializadas en el área de la ciberseguridad en los principales portales de búsqueda de empleo de España.
Según el experto, todas las empresas deberían tener un plan de teletrabajo que "establezca el acceso a los recursos y sistemas corporativos necesarios garantizando la seguridad de la información" cuando los empleados se encuentran en remoto. En cambio, muchas compañías no pudieron "abordarlo con el suficiente margen temporal y se vieron obligadas a improvisar" con motivo de la pandemia.
Martínez considera que la implantación del teletrabajo en un plazo muy corto de tiempo "ha conllevado, en ocasiones, la relajación de ciertas condiciones de seguridad, exponiendo activos y datos". También ha perjudicado "el desconocimiento del uso de las nuevas tecnologías de algunos empleados", así como la mala adecuación de sus redes y equipos informáticos, que en ocasiones han sido la 'puerta' de muchos ciberdelincuentes a la información de las empresas.
De hecho, el decano de los informáticos en la Región considera que la mejor defensa ante los ciberataques no reside tanto en las redes y los equipos informáticos como en que los trabajadores y la población en general tenga conocimiento sobre los peligros que se pueden encontrar en Internet.
Desde que comenzó la pandemia, el trabajo de los informáticos ha sido crucial, ya que han tenido que emplearse a fondo no sólo para que los usuarios pudieran comunicarse y estar informados y entretenidos durante el aislamiento domiciliario, sino para asegurar "la continuidad de muchos negocios, la reactivación de sectores muy afectados por la pandemia y la transformación de otros tantos", expone Martínez.
ADIF, Mapfre, Adeslas, Prosegur, Endesa, el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) y la plataforma Educarm de la Región de Murcia han sido algunas de las empresas e instituciones que han sufrido ataques recientemente.
En este sentido, Jesús Martínez diferencia dos tipos de 'asaltos'. Por un lado están los que buscan un beneficio, ya que los delincuentes secuestran la información o bloquean los sistemas a cambio de una recompensa económica, que suele cobrarse en criptomonedas. Por otro lado, los hay que sólo buscan desestabilizar el sistema y dañar la imagen de la empresa u organización, como ocurrió en el caso del ataque a la web del Sepe.
Los fallos de seguridad han generado numerosos casos de robo y pérdida de información por ciberataques. En este sentido, cabe recordar la importancia de la protección de datos, cuyos fallos pueden "derivar en incumplimientos normativos con costosas consecuencias económicas y de imagen para la organización".
Por último, Martínez recalca que la seguridad no es sólo cosa de empresas, ya que los ciudadanos también son objetivo de los ciberdelincuentes. "Cada día son más las personas que son victimas de robo de información, robo de identidad, extorsiones o estafas", advierte.