VALÈNCIA. La pandemia ha tenido consecuencias en todos los aspectos de nuestra vida pero nuestra salud se ha llevado la peor parte. El virus ha hecho estragos no solo entre las personas que lo han contraído sino también en aquellas que han dejado de lado las revisiones, no han hecho caso a las señales de alarma que les manda su cuerpo o la ansiedad les ha pasado factura sin que hayan buscado ayuda. La Dra. Iberia Pellicer, endocrinóloga de IMED Valencia, ha explicado en el programa de salud de Plaza Radio las consecuencias que puede tener en nuestro organismo no hacerle caso. En la mayoría de los casos, aún estamos a tiempo de revertir la situación. En otros, hay que adoptar medidas cuanto antes porque las consecuencias pueden ser muy graves. Como señala Iberia, muchos han seguido la máxima “ojos que no ven, corazón que no siente.” Sin embargo, en pacientes con diabetes, hipertensión, problemas coronarios u otras dolencias silentes, esto no es así. Además, la Dra. Pellicer recuerda que el estilo de vida que se está llevado durante la pandemia como el sedentarismo, el teletrabajo y el estrés, agravan cualquier enfermedad preexistente o generan nuevas. Por otra parte, uno de los aspectos que más ha sorprendido a padres y familiares de niños y adolescentes es lo bien que estos colectivos gestionaban la pandemia. Pero no ha sido así en todos los casos y ahora se están viendo las consecuencias: “El confinamiento ha provocado un incremento de casos de bulimia, anorexia y sobrepeso.” Estar tantas horas en casa, el estrés, las redes sociales y la falta de socialización han provocado son algunas de las causas del aumento de casos de bulimia y anorexia.
La obesidad es un factor de riesgo que propicia el Covid
También se están viendo muchos más casos de sobrepeso infantil, llegando incluso a la obesidad. La doctora recuerda que uno de los factores de riesgo que puede empeorar el pronóstico del coronavirus es la obesidad, tanto en niños como en adultos. “La mayoría de casos que han acabado en la UCI padecen obesidad. No hay que estigmatizarla pero hay que ser realistas”, señala Iberia Pellicer. En la situación actual en la que el teletrabajo parece que ha llegado para quedarse en muchos casos, en los que la pandemia limita nuestros movimientos, hay que programar muy bien nuestras rutinas. Hay personas que van de la cama a la silla, a la nevera, al sofá y vuelta a empezar. También los niños hacen mucho menos deporte al haber menos extraescolares y reducir el tiempo y el tipo de juego. Asimismo, también se han incrementado los casos de infertilidad ya que el cuerpo es una maquinaria perfecta en la que todo está relacionado. Y las hormonas manejan esa maquinaria. Estrés, obesidad, infertilidad, retirada de la regla...Todo puede tener un mismo origen.
Ahora que llega la operación biquini hay que ir con cuidado. Las dietas rápidas tienen el peligro del efecto rebote. Se recomienda perder medio kilo o un kilo a la semana como mucho. Y, sobre todo, mirar lo que se come: “Hay ensaladas que tienen las mismas calorías que un plato combinado por las salsas o los frutos secos que se le añaden. Es preferible tomar una pieza de fruta, una infusión o un yogurt antes que ingerir alimentos llamados light o cero. También engordan y no aportan nutrientes sanos.
Analíticas y diagnóstico multidisciplinar
Otro de los aspectos en los que ha insistido la doctora es en la necesidad de realizarse revisiones o acudir al especialista en cuanto notemos cualquier cambio en nuestro organismo. La endocrina ha recordado que uno de los aspectos positivos de IMED Valencia es que es un hospital con especialidades en todos los ámbitos y que las patologías están tratadas de una forma transversal por un equipo multidisciplinar. Así, por ejemplo, si hay un paciente con obesidad provocada por ansiedad, no solo le atiende un endocrino, sino que el caso se puede derivar al dietista o al equipo de psicología.
Entre los consejos para no engordar, la doctora aconseja preparar un menú semanal, ir con la lista de la compra escrita y no entrar en determinados pasillos del Súper para no caer en la tentación. Ah e ir a comprar con el estómago lleno..
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