MURCIA. El periodista y escritor Javier Ramos de los Santos publicó el pasado mes de febrero nuevo libro, aunque tuvo que cancelar todos los eventos de presentación, los cuales ahora pretende retomar. Su último trabajo podría ser una curiosa guía de viajes para los apasionados de la historia, creyentes o no. La España Sagrada (Arcopress Ediciones) es el título de este nuevo libro del alicantino, que hace un recorrido por las reliquias cristianas más ilustres del país, lo que le sirve de excusa para contar su historia, pero también para plantear al lector un viaje por los los territorios donde se custodian.
Javier Ramos recorre así los principales templos de toda la Península Ibérica en los que se conservan algunas de las reliquias más conocidas, dos mil años después del apogeo del cristianismo. Un tiempo en el que no se ha minimizar el fervor por estas supuestas manifestaciones tangibles de los santos, que siguen movilizando cada año a millones de personas. El escritor afronta el relato con escepticismo sobre la verdadera historia sacra de estos objetos, pero también con cierta atracción por la misma. "Es fascinante que la fe se haya mantenido tanto tiempo sobre estas reliquias y que la gente piense que de verdad pueden hacer milagros", sentencia.
"Estos objetos tradicionalmente han sido empleados por los reyes y gobernantes como un reclamo para movilizar a su pueblo o incluso para justificar sus guerras y decisiones; también les han acompañado muchas veces como método de protección", apunta. De esta forma, el autor aborda los casos particulares de Felipe II y de Franco, con su admiración por el mundo del ocultismo y los objetos de poder.
"Sin embargo, también tienen impacto a día de hoy entre quienes han perdido la fe", exclama. De hecho, el periodista se pregunta si son signo de debilidad o de fortaleza de la fe y en qué punto se encuentra la regulación del culto a las reliquias. "A pesar de ser un país aconfesional, sigue habiendo una legión de acólitos que veneran estos objetos que para ellos tienen un aura divina, en ocasiones capaces de sanar enfermedades y hacer otro tipo de milagros", describe. Uno de esos objetos es el Santo Grial, que se conserva en la catedral de Valencia, del que se supone que bebió Jesús durante la última cena.
También aparece en su último trabajo la Santa Faz de Alicante, el trozo del sudario con el que se enjugó Cristo durante su camino a la cruz y que obra milagros en momentos de sequía. El cuerpo incorrupto de Santa Úrsula Micaela, en el convento de las Capuchinas, es otra de las curiosidades que se relatan. En el libro encontramos además la historia del Pañolón de Oviedo, que cubrió el rostro de Cristo durante su calvario y que es la parte complementaria al sudario de Turín. Pero Javier Ramos también habla del lignum crucis de Santo Toribio de Liébana, en Cantabria; el trozo más grande de la cruz de Cristo que se conserva, después del fragmento que permanece en San Pedro del Vaticano.
Aquí cerca también hay otro fragmento de la cruz de Cristo en el Santuario de Caravaca de la Cruz, donde obró el milagro de convertir del islam al cristianismo al emir que dominaba el territorio en tiempos de reconquista cristiana. "Como fenómeno popular, sociológico y antropológico es muy llamativo y me quedo con eso", explica. Pero que su apellido no lleve a engaño, porque él no se entrega a la causa. "Yo no soy muy devoto en ese sentido y no creo que sean capaces de obrar ningún tipo de milagro; tengo un sesgo más científico y busco la explicación más racional, pero no por ello deja de fascinarme", confiesa. Es más curiosidad que fe, así como perplejidad ante el tributo que se les rinde. Una curiosidad que pretende contagiar a los lectores con historias apasionantes que, además, podrían ser el detonante de un emocionante viaje.