España naufraga. Nuestra España se hunde, poco a poco, para regocijo y cascabeleo de los que están contribuyendo por acción, la mayoría de las veces y, por omisión, otras tantas, a que "haga agua" por los cuatro costados. Conforme nos hemos ido cubriendo con 'mascarillas anti covid-19' para protegernos de sus posibles contagios, hemos notado, no sin perplejidad, que todos y cada uno de los ministros (sin lenguaje inclusivo y conforme regula la RAE) han aprovechado para ocultar sus vergüenzas, sus ineptitudes, sus irresponsabilidades y dejadez de funciones para las que fueron nombrados y por las que cobran pingües sueldazos que para mí los quisiera yo.
De estos paniaguados y pesebreros ciudadanos de a pie, metidos a ministros/as del absolutista y fascista gobierno de Sánchez, el "prepotente -la mayoría sin oficio ni beneficio reconocido y cuyo único mérito, si lo tuviesen, sería a lo sumo, el haber militado o militar bajo las siglas del Partido en el poder- no debemos ni podemos esperar nada de ellos".
Todos, los 22 ministros con el presidente a la cabeza, ante el espectacular fracaso y batacazo político, sanitario y económico por y con motivo de la pandemia del Covid-19, han tirado los "trastos de gestionar", han declinado cínicamente cualquier responsabilidad y han optado por "ponerse de perfil", apoderando y responsabilizando a los respectivos Gobiernos Autonómicos del manejo de estos rebrotes pandémicos, de las enormes y sombrías consecuencias económicas, laborales y sociales que conllevan, pero sin dejar de gozar de las prebendas y privilegios inherentes a sus misterios.
Es decir, es como si se hubieran suspendido a sí mismos "de empleo" pero no "de sueldo"… Como dice 'el Agustín', un buen amigo, refiriéndose a los habitantes de Fortuna (municipio de Murcia): “En fortuna, el más tonto, construye relojes de madera, y oye, funcionan”. Ante este sombrío y triste panorama político, me pregunto: ¿De qué nos sirve tener un Gobierno con 22 ministros y un presidente…?
-¿Para qué necesitamos un Ministerio de Sanidad con Salvador Illa al frente…? A la vista de los resultados -en la nefasta gestión e ineficaz control de la pandemia por coronavirus y del famoso 'Comité fantasma” de esos 15 inexistentes magníficos científicos y expertos profesionales que le asesoraban-- me atrevo a decir, sin equivocarme, que para nada.
De lo contrario, nada de esto hubiera ocurrido: ni la cifra de muertos (pese al blanqueo oficial) no sería de 45.000, ni el número de contagiados superaría con creces la media de Europa, ni los millones gastados en Test de PCR ineficaces y sin homologar, ni los millones de mascarillas falsificadas que no protegían a nadie de nada , ni la escasez de 'epis' para protección del personal sanitario, ni la falta de camas y respiradores automáticos en la mayoría de las UCIs hospitalarias, ni los refuerzos de profesionales sanitarios, mínimamente demandados, para un eficaz y eficiente control y tratamiento de los pacientes, etc., etc. que nunca llegaron…
-¿Para qué un Ministerio de Derechos Sociales, de discapacidad y dependencia del vicepresidente Iglesias…? ¡Para nada!. Bueno, sí, para que durante las fases agudas de la pandemia todas las Residencias de ancianos, discapacitados y dependientes la hayan afrontado de frente, solos, sin médicos, sin medicamentos, sin posibilidad de ser trasladados a los Hospitales y abocados inmisericordemente a una triste, inhumana y solitaria muerte segura. ¡De vergüenza, señor Iglesias! ¡De vergüenza! Para este viaje a ninguna parte no necesitas las alforjas de ministro y mucho menos las alharacas de 'vicepresidente segundo' del Gobierno.
-¿Para qué el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, señora Teresa Ribera…? Para hacer caso omiso y pasar olímpicamente de las peticiones y quejas del gobierno Autonómico de Murcia, en demanda de las últimas y efectivas soluciones biotecnológicas y de las subvenciones económicas necesarias para regenerar y salvar el Mar Menor, la laguna salada permanente mayor de Europa. Otra a la que le han sobrado la manta y la cantimplora, para un viaje tan corto.
-¿Y qué decir del Ministerio del Interior, el de Marlaska -sin Grande- desde su perjurio y gran engañifa en Sede parlamentaria para justificar su "vengativa purga" al coronel Pérez de los Cobos…? ¡Mejor ni opino…!
-¿Y el Ministerio de Hacienda…? Y aquí, sí que hemos topado de frente --y no con la Iglesia, Sancho amigo, sino con la mismísima ministra y portavo-za, la superpoderosa María Jesús Montero y con todo su mega Ministerio-- que se permite el lujo de aplicar un artículo '155 económico' al Gobierno de Murcia y retenerle las subvenciones millonarias europeas destinadas a regenerar el Mar Menor y paliar los efectos de la gota fría en varios municipios de Murcia, y subirnos impúdicamente los impuestos. ¡Para esta travesía , ni alforjas, ni cantimplora, ni manta alguna…
-¿Y un Ministerio de Educación y Formación Profesional…con la bilbaína y 'stasista' Celaá de ministra…? Para decir lo que en su momento dijo A. Hitler, refiriéndose a los hijos y a su educación pública y estatal: “Los hijos no pertenecen a los padres, sino al Estado”. O que “El pin parenteral es ilegal y anticonstitucional”… ¡Para esta caminata, ni burra, ni alforjas, ni manta, ni cantimplora!
-Respecto a los ministerios de Escrivá, Arancha González, Yolanda Díaz, Ábalos, y Duque… respectivamente al frente de los ministerios de Seguridad Social, Asuntos Exteriores, Trabajo, Transporte y Movilidad, y de Ciencia, etc., etc.
Para acabar siempre amenazando con recortar y bajar las Pensiones contributivas a los 10 millones de pensionistas, en vez de implicarse en la coordinación de una fórmula garante del aumento de los ingresos del sistema de la Seguridad Social y de las futuras pensiones ¡Mejor que no exista!
Para presumir de una larga carrera en la UE y en las instituciones multilaterales de comercio, y terminar reuniéndote en Gibraltar con el ministro Principal, el 'llanito' Fabián Picardo -encuentro que desde el 2009 no se producía-. ¡Tampoco se necesita para nada!
Para que esta histórica sindicalista y comunista, de la ría del Ferrol, haya sembrado todo nuestro mapa de empresas cerradas, de comercios que nunca volverán a abrir, de millones de puestos perdidos y con un índice de paro que ya casi rebasa el 15,6%...No los necesitamos.
Para que nos mienta, hasta seis veces, con el famoso affaire de 'Delcy-gate'--la vicepresidenta venezolana de Maduro-- cuyas maletas y su enigmático contenido no pasaron por los controles obligatorios de seguridad… ¡Para esto, tampoco necesitamos ni ministerio, ni ministro!
Para que nos diga “desde su científica órbita lunar” que no tuvo intención de evadir impuestos con la sociedad creada para comprar su chalet en Jávea y su vivienda en Madrid, y que --como diría 'Joe Rigoli', el comediante argentino, por boca de su personaje 'Felipito Takatún”—sentencia: "Y yo sigo" y "Yo no dimito", pues cuento con el apoyo personal de Sánchez”… Para esta simpleza y memez, no necesitamos ni ministro, ni ministerio. ¡Por mí que siga desaparecido orbitando por la galaxia de Andrómeda…!
De la 'duquesa de Galapagar' -la que grita a los cuatro vientos que quiere volver "borracha y sola" a casa y que no duda en mandar a las FF.CC.SE para acallar las caceroladas cloaqueras que alteran el noble descanso de sus elatos mellizos—la ministra de Igualdad… No comento. ¡Para lo que vale y hace…da igual, que igual-da, que esté o no esté en este o en ningún ministerio!
¡Señores ministros/as del muy noble, veraz, trasparente y democrático Gobierno de España, les recuerdo que en política (con mayúsculas) no se pide perdón, ni disculpas…solamente se D-I-M-I-T-E y… a otra cosa mariposa!
Pedro Manuel Hernández es licenciado en Medicina, en Periodismo y ex senador autonómico del PP por Murcia