"Dar cera, pulir cera"... en un dojo murciano: la serie 'Kobra Kai' anima a practicar karate en la Región

MURCIA. Los viejos karatekas nunca mueren. Eso es lo que ha venido a demostrar la exitosa serie de Netflix Kobra Kai, donde los protagonistas de la ochentera Karate Kid regresan 34 años después con sus antiguas rivalidades. La suma de un conjunto de factores ha hecho que esta historia haya llegado a un público variopinto y que rara vez coincide. Por un lado, están los 'nostálgicos', que pertenecen a la misma generación que Daniel LaRusso y Johnny Lawrence, los dos personajes antagónicos que dieron origen a la saga. Y por otra parte, un público joven que se puede sentir más identificado con los nuevos personajes y sus 'movidas' en el instituto, con romances y abusones de por medio. Este éxito en el mundo de la ficción -la serie lleva semanas en el top diez de la plataforma- tiene una repercusión en los gustos y aficiones de sus seguidores, como ocurre con muchas otras series y películas. Así, si con Gambito de Dama se ha disparado la afición por el ajedrez, con Kobra Kai ha crecido el interés por las artes marciales. Y claro, los dojos murcianos están encantados.

Lo confirma a Murcia Plaza el vicepresidente de la Federación de Karate de la Región de Murcia, Francisco González Saiz, quien señala que, a pesar de que estos tiempos de pandemia no son los más indicados para hacer balance, sí que han detectado que esta modalidad de lucha japonesa ha ganado popularidad. No sólo en niños y jóvenes, apunta, "también en muchas personas de cierta edad, que dejaron el karate aparcado hace tiempo y ahora quieren retomarlo". Son los nostálgicos a los que la serie ha  hecho revivir viejos tiempos.

"Todo suma y qué duda cabe que la serie puede dar un empujoncillo a la hora de animar a los espectadores a asistir a clases de karate", considera Francisco González, quien reconoce que en Kobra Kai hay muchos tópicos, pero también mucha verdad. Por ejemplo, lo de "dar cera, pulir cera" -aquella frase mítica con la que el Señor Miyagi le indica al joven Daniel San que abrillante un montón de coches- no es ninguna tontería, según este shihan (maestro), quien señala que esos movimientos circulares con el brazo, ejecutados con rapidez, crean un escudo protector; es una técnica que estudian en los dojos.

"No existe mal estudiante, solo mal maestro"

También responde a la realidad la actitud de respeto que el alumno mantiene hacia su maestro, al que siempre saluda con una inclinación al entrar y salir de la clase. Tanto es así, cuenta Francisco González -quien lleva 42 años en esto del karate- que más de un padre le ha pedido ayuda para corregir determinadas conductas en sus hijos, porque "en casa no podían". Y es que, como repiten una y mil veces en Kobra Kai, "no existe mal estudiante, solo mal maestro". Este profesor de karate, y miembro de la Federación Regional, se muestra convencido de ello. Por este motivo, destaca los valores que lleva ímplicitos la práctica de este arte marcial.

En la serie contraponen dos estilos diferentes. El que enseñaba el señor Miyagi, en el que el karate es puramente defensivo; y el que practican en Kobra Kai, cuyo lema es: "pega primero, pega fuerte, sin piedad". Pues ni una cosa ni la otra, o ambas. Porque como señala Francisco González, el karate puede ser tanto para defenderse como para atacar. Añade que practicarlo sirve para elevar la autoestima -en la serie son chavales que sufren acoso los que buscan una salida en las artes marciales-, así como para fomentar la disciplina y una competitividad bien entendida en el caso de que se participe en concursos. 

"Todo con cabeza y siempre con autocontrol", apunta Francisco González, quien recuerda que los karatekas federados están considerados como "armas blancas" por el potencial daño que podrían causar con las técnicas de lucha que dominan.

Este amante de las artes marciales reconoce que él se encuentra en la categoría de los nostálgicos que ven la serie, aunque antes de Karate Kid ya era muy fan de las películas de Bruce Lee. Igualmente, tiene claro que está del lado de los de Miyagi-Do Karate, porque en su momento le marcó mucho Pit Morita -quien dio vida al famoso señor Miyagi, fallecido en 2005-, siendo uno de los pocos actores de la película original que no aparece en esta serie, en la que se muestra qué ha sido de los personajes decadas después, ayudando a comprender mejor sus circunstancias. No obstante, el personaje que enseñó a Dani LaRusso a dar la patada de la grulla está presente en la serie a través de las constantes referencias que se hacen sobre él. 

Paralelismos con la vida real

Existen más paralelismos entre la ficción y la vida real, como cuando el vicepresidente de la Federación Regional de Karate cuenta que debido a la situación generada por la pandemia se ha visto obligado a dar clases en un parque. Y es que en la serie Johnny Lawrence también lleva a sus alumnos del Kobra Kai al aire libre para enseñarles karate, aunque sus razones sean otras. Tampoco faltan unos momentos de meditación tras las clases "para volver a la calma", más al modo Miyagi.

Francisco González apunta que muchos de los alumnos jóvenes siguen con interés Kobra Kai y comentan entre ellos las novedades de una serie que pueden ver con sus padres, otra generación a la que van destinada numerosos guiños humorísticos que recuerdan cómo eran las cosas allá por 1984. Todo ello intercalado con espectaculares escenas de lucha y entrenamientos en los dojos, que en la vida real combaten y se protegen de un enemigo común como es la pandemia del coronavirus, que sí que pega primero, fuerte y sin piedad.