MURCIA (EFE). La anunciada fusión entre CaixaBank y Bankia, pendiente aún de que los Consejos de Administración de ambos decidan seguir adelante con ella, daría lugar a un gigante con cerca de 6.500 oficinas repartidas por toda España, por encima de las algo más de 6.300 que suman sus dos principales competidores, Santander y BBVA.
Aunque en un principio se había especulado con la posibilidad de que los consejos se reunieran ya durante este fin de semana, fuentes conocedoras del proceso aseguran a EFE que las reuniones tendrán lugar más bien hacia mediados de la próxima semana.
Una vez realizadas las respectivas auditorias de los contrarios, también se han de establecer las condiciones generales de la operación, entre ellas la espinosa cuestión de la ecuación de canje (proporción en que las acciones de una entidad se cambiarán por las de la otra).
De cerrarse la operación, las 4.201 oficinas de CaixaBank -al cierre de diciembre de 2019 según datos de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA)- y las 2.267 de Bankia -datos facilitados por la propia entidad- suman 6.468 sucursales.
BBVA cuenta, según consta en su web, con 3.133 oficinas, en tanto que Santander mantenía a finales de 2019, según los estados financieros de la Asociación Española de Banca (AEB), 3.202, con lo que la suma de ambas (6.335) tampoco alcanza los 6.468 de 'CaixaBankia'.
No serán éstas las cifras resultantes si efectivamente la fusión llega a materializarse, ya que es previsible que se decida el cierre de algunas de ellas. Distintas estimaciones sitúan en el entorno del millar las sucursales que desaparecerían.
No obstante, esta superioridad numérica no es igual de apabullante en todas las comunidades autónomas, debido a la desigual implantación de cada entidad en las distintas regiones. Ello obedece en gran medida al hecho de que cada banco se ha construido mediante la fusión, absorción o compra de otras entidades.
En las tres regiones donde hay mayor número de sucursales (Andalucía, Cataluña y Madrid), la entidad fruto de la fusión sí batiría a la suma de sus competidores.
En Andalucía, las 744 oficinas de CaixaBank y las 318 de Bankia (un total de 1.062) superan a las 384 de BBVA y las 482 de Santander, que suman 866.
Lo mismo ocurre en Cataluña, donde CaixaBank cuenta ahora con 1.054 sucursales, que por poco superan las 1.090 que suman las 656 de BBVA y las 434 de Santander; en Madrid es Bankia la que se alza con la primera posición con 629, algo lógico si se tiene en cuenta que una de las cajas que dio origen a la entidad fue Caja Madrid.
Junto con las 414 de CaixaBank suman 1.044, por encima de las 1.035 que gestionan Santander (568) y BBVA (467).
Las otras comunidades autónomas donde la suma de CaixaBank y Bankia supera a la de Santander y BBVA son Baleares, Canarias, Castilla La Mancha, La Rioja, Murcia, Navarra y la Comunidad Valenciana.
Por el contrario, en siete regiones la suma de Santander y BBVA es superior a la de CaixaBank y Bankia.
Se trata de Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Galicia y el País Vasco, donde la fuerte implantación de BBVA, con 186 oficinas, más las 127 del Santander (313) casi duplican a las 175 del futuro banco (158 de CaixaBank y 17 de Bankia).
En cuanto a las ciudades autónomas, en Ceuta las dos parejas gestionarían el mismo número de sucursales, 9, en tanto que en Melilla la suma de Santander y BBVA (9) es el triple de las 3 de la futura entidad.
Cosa distinta es lo que ocurre con el número de empleados, pese a que CaixaBank es la entidad que cuenta con mayor número de trabajadores (35.589); aunque se añadan los 15.947 de Bankia, la cifra resultante (51.536) es inferior a la que sale de sumar los 27.354 de Santander y los 29.753 de BBVA.
Tras anunciarse el proyecto de fusión, los sindicatos se apresuraron a pedir a los dos bancos que se comprometieran a garantizar el empleo, pero el mercado baraja una cifra de salidas que podría situarse entre las 5.000 y las 8.000, mediante expedientes de regulación de empleo y bajas incentivadas.
No obstante, no se espera que la eventual fusión entre Bankia y Caixabank tenga efectos sobre la plantilla este mismo año, marcado por la epidemia de coronavirus y sus efectos sobre la economía española, según han apuntado a EFE fuentes conocedoras.
De hecho, se espera que una vez que se concrete la fusión, los posibles ajuste en la plantilla se demoren en el tiempo de forma que de anunciarse un posible expediente de regulación de empleo (ERE) este podría tener lugar en torno a finales del próximo año o principios del siguiente.
Como sucede en una fusión de estas características, la operación requiere previamente de la integración societaria y de los sistemas informáticos pertinentes, así como del análisis de la red de oficinas y los posibles ajustes posteriores es los servicios centrales.
Durante el fin de semana del 12 al 14 de noviembre, los clientes de Bankia no podrán usar Bizum