grand place / OPINIÓN

Anti-Vax

12/08/2021 - 

BRUSELAS. Los Anti-Vax fueron ganando terreno en el mundo occidental. Mientras el resto del planeta mendigaba una vacuna contra la covid, los continentes ricos despreciaban la cura contra la pandemia. Los gobiernos nacionales luchaban contra la moda de los tradicionales antivacunas, aliados ahora con los negacionistas para plantar cara a un sistema que no había podido controlar los contagios año y medio después de que el coronavirus se expandiera a nivel mundial.

El eHealth comenzó por ser una garantía para recuperar la libertad de movimientos de la gente sana. La principal prueba era la vacunación. En su defecto, deberían aportar prueba de test o recuperación de la enfermedad por tiempo determinado. A la posibilidad de circulación, se unió en algunos territorios la condición para la vida social, en primer lugar, y el permiso para trabajar, posteriormente.

El gobierno del Territorio-Europa había asegurado desde un primer momento que la vacuna era voluntaria y que de ningún modo podía obligarse a la población. Pero también había dado potestad a los Estados miembros de la Unión a que introdujeran las medidas restrictivas necesarias, en caso de que fuera necesario contener los contagios y el aumento de la incidencia del virus. Ello pasaba por exigir pruebas de la salud mediante el Certificado Digital Covid, donde figuraban los datos sanitarios de cada ciudadano en relación a esta enfermedad y, entre ellos, la vacuna.

Algunos de los países más desarrollados, en clara contradicción, fueron los que levantaron con más fuerza los movimientos antivacunas, conocidos como Anti-Vax. Venían de una tradición centenaria, con movimientos vanguardistas y ecologistas a la cabeza, que culminaron en los “alternativos” de finales del siglo XX. Estos movimientos anticientíficos ya habían causado estragos de forma recurrente al negarse a vacunar a sus niños, por ejemplo, de sarampión, enfermedad leve en los vacunados y grave para la población no inmunizada. Los brotes en los colegios franceses eran harto conocidos…

En el verano de 2021, el presidente Macron recordó a los ciudadanos de la Galia la gravedad de la pandemia, que no remitía pese a estar cumpliendo con las pautas de vacunación establecida por el gobierno de la Unión. Faltaba poco para que Europa se abriera de nuevo al mercado laboral pleno tras las vacaciones y varios países tomaron la decisión de prohibir trabajar a determinados sectores de la población que se negaba a vacunarse.

Docentes y sanitarios estaban en el punto de mira, personal de centros de dependencia… Todos ellos eran trabajadores en contacto con personas vulnerables o niños sin acceso a la vacuna, especialmente en aquel primer momento de la pandemia. Poco después, la vacuna sería automática, tras el parto, incluido el chip.

-Lo siento David, he tenido problemas de conexión vía satélite. Tu llamada me ha alegrado, aunque no hayamos podido hablar ni siquiera con el pensamiento. Tendré que utilizar la conexión terrestre con la SIM de la Tieta. Cuando pueda, te paso las coordenadas de geolocalización… No quiero que los Anti-Vax ni la eHealthPolice interfieran nuestras comunicaciones. Saludos desde la Zona-ZeroVLC.

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