MURCIA. La pujanza de la vivienda en la Región de la Murcia ya no es la que fue en 2021, cuando cerró un incremento interanual de más del 30%. Sin embargo, pese a haber bajado el ritmo lo cierto es que el sector del ladrillo continúa mostrando unos números más que decentes con un incremento en las ventas de más del 10%.
Así lo señala el último informe publicado por el Colegio de Registradores relativo al mes de julio con hasta 1.517 viviendas adquiridas en total frente a las 1.372 del mismo mes del año anterior, es decir, un 10,6% más.
También las hipotecas crecieron en consecuencia, pues los préstamos bancarios solicitados para la compra de una vivienda subieron un 4,8% en la Comunidad murciana hasta los 920 frente a los 878 que se dieron en julio del 2021.
Por el contrario, el número de operaciones totales sí muestra un descenso interanual en la Región del 3,3%, pues la cantidad desciende desde las 2.829 transacciones del 2021 a las 2.736 de este 2022.
Por su parte, el conjunto de España muestra una tendencia similar a la de la Región, con un aumento del 7% en las ventas de vivienda que supone un incremento del 1,1% en las hipotecas, mientras que las operaciones totales subieron tan solo un 0,1%.
Por su parte, el valor de la vivienda continúa elevándose en toda España, con un 8,5% más en agosto de este 2022 que en el mismo mes del año anterior, según la estadística IMIE elaborada por Tinsa. En la Costa Mediterránea los precios crecieron un 6,8% en este periodo.
No obstante, la tendencia mensual sí ha resultado a la baja, como es habitual en el mes de agosto, con un descenso respecto a julio del 0,8%. En cuanto a la Costa Mediterránea, esta bajada mensual está cifrada en el 0,1%.
Según se detalla en el estudio, esta variación mensual negativa en agosto, liderada por las capitales y grandes ciudades y las islas es recurrente en la serie de precios y tiene, por tanto, un componente estacional asociado al descenso de la actividad en el periodo vacacional.
La directora del Servicio de Estudios de Tinsa ha apuntado que, tras una primera mitad del año en el que la demanda residencial ha mantenido una tendencia alcista, con incrementos interanuales en el volumen acumulado de compraventas e hipotecas, de cara a la segunda mitad del año "la reducción del poder adquisitivo de los hogares derivada de una inflación creciente por encima del crecimiento de los salarios, la caída del índice de confianza del consumidor ante las perspectivas de menor crecimiento económico y el incremento de los tipos de interés que encarece las hipotecas pueden actuar como elementos desaceleradores del crecimiento de la demanda de producto residencial".