VALÈNCIA. Mamen habla sola dentro de la librería. No es que vea gigantes quijotescos ni nada parecido, es que le habla a la cámara como si le estuviera hablando a sus clientes. O a sus seguidores, que no siempre coincidirán. Y sí, la primera impresión sorprende. Pero no porque esté ahí dándole a la camarita del móvil como si fuera 'youtuber' sino porque choca que el peso de una librería recaiga, aunque más pesados son los prejuicios, sobre esta chica tan joven y tan pizpireta. Ella está harta de que la juzguen así, tan rápido, con tan poca paciencia, tan impermeables siempre a que alguien nos sorprenda y nos enriquezca. Pero es lo que hay. Mamen Monsoriu tiene 27 años y lleva una librería. Haber elegido 'youtuber'...
La librera estaba hablándole a sus seguidores porque hoy -el día de la entrevista, que no hoy- se cumplen dos años de la inauguración de Imperio del libro, donde metió tantos títulos como sueños después de responder con la mayor honestidad posible a la pregunta que llevaba años rondándole: ¿Vas a ser lo que tú quieres ser o vas a ser lo que los demás esperan que seas? Y así, dejando de darle rodeos, de evitarla, fue como un día abandonó su trabajo como científica, su vieja utopía de curar el cáncer, para embarcarse en otra, sacar adelante una modesta y coqueta tienda de libros -muy 'cute', que se diría ahora- en Ruzafa, al lado del Cómic, quién sabe si el bar más pequeño pero más bullicioso de todo el barrio.
Mamen siempre había sido una lumbrera. Una de esas chicas con notas excelentes desde el colegio hasta la universidad. Una de esas estudiantes con tanta facilidad que, además de sacar las mejores calificaciones, se llevaba un dinerillo ayudando a otros niños a aprobar sus exámenes. Un expediente sobresaliente en Biotecnología, dos másters y se intuye, aunque no lo dice, que varios idiomas. Porque alguien que no habla alemán no pronuncia el nombre del austriaco Stefan Zweig como ella lo hace. Aunque igual no tiene ni idea del idioma de Thomas Mann pero se ha preocupado por aprender cómo se pronuncia Zweig porque vende muchos libros suyos. Vete tú a saber.