Tal y como se esperaba, la Fed mantuvo los tipos estables en su reunión de enero del FOMC. Los pequeños cambios introducidos en el comunicado, como la supresión de nuevos avances en materia de desinflación, fueron descritos por el presidente de la Fed, Jerome Powell, en la rueda de prensa, como una limpieza más que una señal. También reiteró que la inflación ha progresado significativamente y que los mercados laborales no son actualmente fuente de presiones sobre los precios. Sin embargo, no tienen prisa por ajustar la política monetaria, no hay una senda predeterminada y están preparados para reaccionar en cualquier sentido. Para que se produzcan nuevos recortes de tipos, aún es necesario que se produzcan nuevos avances en materia de inflación o un debilitamiento sostenido de las condiciones del mercado laboral. Por el momento, sigue creyendo que la política monetaria sigue siendo significativamente restrictiva y está bien posicionada. En cuanto al posible impacto de la política, respondió que necesitarían ver «resultados articulados» antes de poder emitir juicios sobre las implicaciones para la política monetaria.
Los banqueros centrales parecen estar ganando tiempo. Hace tiempo que esperamos que la última etapa de la desinflación lleve tiempo, y los datos entrantes sobre la inflación y los mercados laborales ya apoyan un ritmo más gradual de relajación. Las incertidumbres políticas en torno a cuestiones como los aranceles, el gasto y la inmigración, todas ellas con potencial para apoyar la subida de los precios, hacen razonable un enfoque aún más cauteloso y dependiente de los datos. Los banqueros centrales se encuentran ahora en la tesitura de esperar nuevas aportaciones de la política para calibrar la política monetaria, lo que a su vez limita la orientación futura. De cara al futuro, esperamos que los datos de inflación sean favorables, al menos en el primer trimestre. Esto mantiene la puerta abierta a otro recorte en marzo y quizás en junio, pero por supuesto el riesgo se inclina actualmente hacia una menor relajación en lugar de una mayor. Sin embargo, la propia Reserva Federal parece estar en una posición cómoda para reaccionar de cualquier forma, puesto que ya ha recortado los tipos en 100 puntos básicos. No obstante, creemos que la subida de tipos sigue siendo poco probable por el momento.
Christian Scherrmann es economista jefe para EEUU de DWS