MURCIA (EP). Los avances en las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en el abrigo paleolítico de La Capilla, situado en el monte de Los Ásperos, en Santomera, evidencian la presencia de neardentales. En la última campaña realizada han sido alcanzados niveles de la Edad de Hielo, en torno a los 20.000 años antes del presente, con hallazgos de fósiles de grandes mamíferos consumidos por los humanos.
Concluye así la segunda campaña de intervención arqueológica Proyecto enmarcado en 'Santomera Milenaria: puesta en valor del patrimonio arqueológico y etnográfico', que desarrollan la Asociación Patrimonio Santomera y el Ayuntamiento de la localidad.
Por el yacimiento han pasado especialistas como el profesor de Prehistoria de la UMU Ignacio Martín Lerma, João Zilhão paeloantropólogo de la Universidad de Barcelona y especialista en Neandertales y el profesor emérito Michael Walker catedrático de Paleoantropología de la UMU, coincidiendo todos ellos en el potencial e interés del yacimiento.
El Abrigo de la Capilla se descubrió en la campaña de Prospección Arqueológica que se desarrolló en 2018, documentándose entonces varias fases cronológicas en relación a los materiales que aparecieron en superficie, estas fases van desde el Paleolítico Medio (100.000-40.000 antes del presente) con la presencia de Neandertales hasta nuestros días donde algunos pastores actuales lo han empleado como zona de descanso o refugio.
Es un espacio orientado al sur que controla visualmente varias vías de comunicación (Rambla Salada, la Cañada Perdida o el Corredor de la A7) que fueron transitadas desde épocas remotas tanto por la fauna salvaje como por pastores trashumantes en épocas más recientes. A estas condiciones se le suma la riqueza biológica que tuvo que darse en el área así como la proximidad de la principal fuente de aprovisionamiento de materias primas como el sílex que representó Rambla Salada.
En estas dos campañas se han alcanzado niveles de la Edad de Hielo, en torno a los 20.000 años antes del presente, con hallazgos de fósiles de grandes mamíferos como el caballo (Equus ferus) o ciervo (Cervus Elaphus) consumidos por los humanos.
Además han aparecido miles de piezas líticas pertenecientes a distintas actividades humanas entre las que destaca la talla lítica en todas sus fases y la caza, y donde se encuentran varios fósiles directores que precisan en su contexto arqueológico la cronología de estas fases del paleolítico.
Se trata en relación a las dimensiones del abrigo de uno de los yacimientos más ricos en lítica de la Región (con miles de piezas para catalogar), que seguro que supondrá un hito en el estudio del Paleolítico en el sur peninsular.