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proyecto del estudio murciano Xpiral

Una casa de otro planeta en el Mar Menor: arquitectura de contraste, color y luz en Los Alcázares 

fotogalería (FOTOS: XPIRAL-DAVID FRUTOS)

| 12/09/2021
12/09/2021 - 

MURCIA. Como procedente de otro planeta, aterrizó en Los Alcázares una casa cuyo solo nombre ya resulta evocador -Satélite Suburbial-, diseñada y construida por el estudio de arquitectura murciano Xpiral, bajo la dirección de Javier Peña. Y allí se quedó, en el Mar Menor, para sorprender a quien la mire con una arquitectura de contraste radical, ya que el singular exterior de hormigón encierra todo un universo de color, brillos y reflejos. "La casa se vive como un caleidoscópico cromático", ha explicado el arquitecto de esta vivienda que late al compás de una piscina interior (que se ve desde todas las estancias de la casa). Es algo así, compara Javier Peña, a cuando se abre un higo, con "un contraste entre el interior y el exterior de la vivienda extremo y potenciado por todos los componentes de esta obra". Se trata además de una arquitectura viva, que se transforma según las horas del día y las estaciones del año.

La vivienda Satélite Suburbial, ubicada en una urbanización de Los Alcázares, está revestida, a modo de tatuaje, por "una piel mórbida de textura escamada hecha con deployé de cobre sobre las láminas de hormigón estructural", que envejecerá con la vivienda y sus usuarios con el paso del tiempo (el cobre chorreará de verde con los años). Asimismo, se encuentra rodeada por áreas de césped artificial en tres colores distintos -rosa, amarillo y azul-, y tres especies de enredaderas –buganvillas rosas, amarillas y madreselva- que trepan sobre el muro de tierra armada y que desde que se plantaron han crecido creado una especie de selva multicolor (la vivienda cuenta con un sistema para recoger el agua de lluvia de toda la parcela y ulizarla como agua de riego). Además, una pasarela de hormigón negro permite acceder directamente con el coche al garaje, convertido en una estancia más de la vivienda.

El edificio con forma de T -concebido para ser optimizado climáticamente en este territorio semidesértico y costero- cuenta con un estrecho apoyo longitudinal que permite elevar toda la planta primera, donde se encuentran los espacios que habitan sus propietarios. El alma es, según ha señalado Javier Peña, "la piscina que longitudinalmente articula todo el espacio, con un objetivo climático, lúdico y espacial" y que se ve desde todas las estancias casa, generando "un espacio bañado de reflejos de agua y colores". Sus playas de madera conectan con diversas estancias y terrazas, formándose recorridos circulares en el interior de la vivienda.

La "brutalidad y homogeneidad de la estructura" se ha matizado con vidrios de colores que "la tiñen de forma cambiante con el movimiento del Sol". De esta forma, destaca el arquitecto "el espacio doméstico está ligado al color y su percepción, la casa se vive como un caleidoscópico cromático". Cabe destacar, en este sentido, las distintas atmósferas que se generan en el interior y que van ligadas al color. Así, por ejemplo, el espacio semi-interior de la piscina está rodeado de vidrios de diferentes tonalidades, con el objetivo de que en cada estancia los colores bañen sutilmente el espacio, produciendo diferentes sensaciones. 

La vegetación, el césped, el mobiliario y las obras de arte sirven para dar identidad a cada espacio en contraste con las texturas más crudas de hormigón, cobre y mármol, señalan desde Xpiral, que no se desvincula de sus creaciones una vez que se las entregan a sus propietarios: "Seguimos pensando en nuevas cosas que acomoden el uso de la casa a sus usuarios, a medida que ellos se van descubriendo a sí mismos como usuarios de las formas de vida que deseaban cuando empezaron a desear una casa", asegura Javier Peña.

         

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