Tres colegios del municipio de Murcia participarán en un proyecto piloto para no desperdiciar alimentos

MURCIA. Alumnos y profesores de tres colegios de Educación Primaria del municipio de Murcia participarán, a partir del mes de septiembre, en una experiencia piloto de economía circular, con la finalidad de cuantificar y luchar contra el desperdicio alimentario en comedores escolares.

Es una de las acciones del proyecto europeo Life GreenMe5, que tiene como objetivo facilitar la implementación del Acuerdo por una Ciudad Verde (Green City Accord) en cinco municipios de la UE, entre los que se encuentra Murcia y también Cieza, en la Región de Murcia, junto con Arezzo (Italia), Helsingborg (Suecia) y Vilnius (Lituania). La coordinación corresponde a la Federación de Municipios de la Región de Murcia (FMRM).

La Junta de Gobierno Local aprobó, a propuesta de la concejala de Gobierno Abierto, Promoción Económica y Empleo, Mercedes Bernabé, la participación del Ayuntamiento de Murcia en esta iniciativa, así como la aceptación de una subvención por importe de 209.786,98 euros, procedentes de fondos de la Unión Europea.

"Con este proyecto, se avanzará en uno de los principales pilares de la economía circular: la reducción del desperdicio alimentario. En Europa, cada ciudadano desperdicia de media 127 kilogramos de comida al año, que van directamente al vertedero. Se realizarán actividades de concienciación al respecto, ya que desde la niñez resulta vital educar en una forma más sostenible de relacionarnos con nuestro entorno, aprovechando al máximo los recursos que este nos da", señaló Bernabé.

Los tres colegios participantes en la iniciativa para evitar el desperdicio de alimentos serán seleccionados próximamente, de forma conjunta entre la concejalía de Gobierno Abierto, Promoción Económica y Empleo y la de Educación y Atención a la Ciudadanía, que dirige Belén López Cambronero.

Entre otras acciones, el Ayuntamiento de Murcia elaborará un manual de buenas prácticas, que podrá servir de modelo para otras ciudades. Asimismo, se creará una línea base sobre el estado del desperdicio alimentario en nuestros colegios. permitiendo conocer el punto del que partimos para poder mejorarlo. Por último, se estudiará la posibilidad de una red de alimentos, para poder ser utilizados en otros centros u organismos.