Los Presupuestos Generales del Estado son un arma política y Pedro Sánchez no solo lo sabe, sino que actúa en consecuencia. Es decir, se pacta con quien haga falta y se cede lo que sea necesario. Pasamos por el máximo gasto social, la supresión del delito de sedición, la salud bucodental catalana, las selecciones de pelota vasca y el surf en competiciones internacionales y la salida o traslado de los cuarteles de la Guardia Civil
Arrimadas alerta de los efectos de subir pensiones y sueldos públicos, pero el presidente desdeña la alarma: "Es mercancía barata"