"No soy un iluminado ni nada de eso, sólo uno más que lucha por un sueño", reconoce el hombre que ha guiado al Cartagena a Segunda División, alguien que, con apenas 35 años, lleva dos saltos seguidos al fútbol profesional tras el logrado en 2019 con el Mirandés. Las críticas que acumuló en sus primeras semanas como blanquinegro hoy son agua pasada