MURCIA. Las empresas familiares regionales aguantan el tipo a pesar de la crisis provocada por la pandemia y el 73% mantiene las cifras de empleo. Además, la mayoría de estas empresas prevé una recuperación económica en 2021, aunque sin alcanzar todavía los niveles previos a la pandemia.
Estas son algunas de las conclusiones que recoge el Barómetro de la Empresa Familiar de la Región de Murcia que han elaborado la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum Universidad de Murcia-Universidad Politécnica de Cartagena y la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (AMEFMUR), con la colaboración de Bankia y la Fundación Cajamurcia, y que mide la actividad de un colectivo que representa más del 92% del tejido empresarial.
El Barómetro ha sido presentado este martes, en un acto en la Universidad de Murcia, por los rectores de la Universidad de Murcia y la Universidad Politécnica de Cartagena, José Luján y Beatriz Miguel Hernández; por la consejera de Empresa, Industria y Portavocía, Ana Martínez Vidal; por el presidente de AMEFMUR, José María Tortosa; por el director corporativo de Negocio de Empresas de la Comunidad Valenciana y Murcia de Bankia, Carlos Aguilera; y por el coordinador del estudio y director de la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum UM-UPCT, Ángel Meroño.
La encuesta realizada a 124 empresas familiares en septiembre revela que los saldos netos obtenidos de las opiniones de los encuestados sobre la evolución económica de España y la Región de Murcia alcanzan los valores más bajos de la serie aproximándose a los de 2009.
La opinión sobre la situación empresarial es menos negativa. No obstante, empeoran todas las variables situándose al nivel de 2013. La mayor caída de los saldos netos, de 65 puntos, se produce en la facturación, con un 53% de las empresas declarando descensos en sus ventas.
Para 2021 prevén una mejora de 21 puntos en su saldo, siendo solo el 36% las que creen que sus ventas empeorarán. El empleo parece resistir y, aun presentando un saldo negativo de 12 puntos, el 73% de las empresas familiares han mantenido el número de empleados y más de la mitad no han aplicado un ERTE. La inversión y las exportaciones también han empeorado, aunque los empresarios esperan una ligera mejoría para 2021.
Como consecuencia de la crisis de la covid-19, las empresas familiares han duplicado la implantación del teletrabajo alcanzando al 42% de ellas y al 29% de sus empleados. En segundo lugar, destaca el 38% de empresas que realizan compras online alcanzando el 40% de las compras totales.
Le sigue el 32% de empresas que han digitalizado el 46% de sus procesos. Finalmente, son el 28% las empresas que venden online, representando un 31% de sus ventas totales. También la digitalización de procesos, compras y ventas ha sufrido un incremento entre 3 y 5 puntos debido a la pandemia.
Las salidas más habituales para proveerse de fondos para hacer frente a la crisis del Covid-19 son: aumentar la financiación ajena (40% de las empresas), la reducción de costes de personal (35%), el aumento de financiación propia (31%) y el recurso a las ayudas públicas (18%).
Respecto a las preocupaciones durante este 2020, la caída de la demanda afecta al 59% de las empresas (10 puntos más), disminuyendo la preocupación por el resto de factores: presión competitiva, escasez de personal, aspectos legales, capacidad y financiación.
Las principales medidas públicas demandadas son la disminución de impuestos (79%), la bajada de cuotas de la seguridad social (63%) y la simplificación administrativa (52%).
Los objetivos empresariales continúan siendo más importantes que los familiares, aunque en esta edición del Barómetro experimentan un descenso. La reputación empresarial ocupa el primer lugar y la supervivencia, el segundo.
En cuanto al gobierno corporativo, un 75% de las empresas optan por no realizar cambios. El 17% se plantea transmitir la empresa a la siguiente generación, disminuyendo 2 puntos respecto al año pasado; en el caso de las empresas en primera generación alcanza el 23%.
La venta de la empresa se mantiene en el 7%, siendo más importante en empresas en primera generación (13%). Por último, la opción de cerrar baja 2 puntos hasta el 1%.