CARTAGENA. Juan José López fue reelegido hace poco más de un mes como presidente de los hosteleros de Cartagena y Comarca, una institución en la que acumula ya cerca de siete años al frente de la misma. Ahora, a unos pocos meses de las elecciones municipales, López se ha convertido en 'objeto de deseo' de algunos partidos políticos que concurrirán a las elecciones municipales el próximo mes de mayo.
Ha mantenido contactos con prácticamente todas las formaciones, de todos los colores y signos. Unas para saber sus expectativas personales, sus pretensiones profesionales y sus retos en un futuro y otras para conocer la opinión de la voz autorizada de los hosteleros de Cartagena y Comarca, con un peso más que considerable en la zona.
López ha tratado en todo momento de no significarse, políticamente hablando, mientras ha tenido la responsabilidad de representar a Hostecar. Como es lógico, cada uno lo valora como un activo adecuado a sus intereses, que tendría una relevancia potente en un sector, a día de hoy, sin fisuras. Su presencia en diferentes organismos le hace estar muy presente en la vida económica y empresarial de la ciudad. Es vicepresidente de COEC, miembro de la ejecutiva y plenario de cámara de comercio, vocal de Cartagena puerto de culturas, vocal del consorcio de la manga vocal de la mesa regional de turismo, vocal del consejo social del centro integrado de formación de la escuela de hostelería, vocal del consejo municipal de comercio, vicepresidente del consejo municipal de turismo.
Representa a muchos, por lo que sus opiniones y críticas a las administraciones, principalmente en la época de la pandemia, han calado entre los trabajadores del sector, pero también entre los políticos, ya que lo consideran el gran altavoz que ha reivindicado, sin pelos en la lengua, los derechos y necesidades de los suyos.
Ha 'disparado' al Gobierno central, al autonómico y al municipal cuando ha considerado que las promesas de unos u otros no se han correspondido con la realidad que ellos viven, o cuando los acuerdos cerrados no se han cumplido. No ha tenido reparos, al menos de cara a la opinión pública, de criticar independientemente de quien gobernara: es consciente de a quién representa, del peso que supone en Cartagena y en la Región y de la importancia de sus palabras.
Tal y como hemos podido conocer en las últimas encuestas, las diferencias actuales entre los partidos políticos que optan a gobernar Cartagena a partir de 2023 son muy estrechas: nadie gobernará solo en mayoría absoluta. De esta manera, necesitan candidatos en sus listas que coticen al alza, reconocidos en sus correspondientes profesiones, valorados y que no hayan dejado muchos enemigos en su trayectoria profesional. En el caso de López, se convierte en un candidato adecuado, que cumple muy bien el perfil y las expectativas que buscan los partidos.
En el entorno del presidente de Hostecar aseguran que no le persigue ningún interés político en estos momentos, que se siente muy involucrado con la asociación que representa y que, además, mantiene un negocio -es el gerente de Asadero Maribel- que funciona perfectamente, por lo que tampoco tiene necesidad de emprender otro rumbo profesional en estos momentos. Pero ya sabemos lo que supone convertirse en representante municipal, y si es con opción de asumir la responsabilidad de una concejalía y trabajar desde dentro por los intereses que pretendías solucionar desde fuera, no es un mal negocio.
Nos encontramos a siete meses de las elecciones, pero los partidos afinan sus equipos y apuran sus candidaturas. No quieren errar, porque los cabeza de cartel y sus acompañantes, tras lo apretado que se presume todo, pueden cambiar el signo de la votación y, por tanto, de la gobernanza de la ciudad.
