MURCIA. Las plagas y enfermedades en los cultivos de la Región de Murcia provocaron en 2020 unas pérdidas superiores a los 120 millones de euros y afectaron al 20 por ciento de las especies hortícolas y al 15 por ciento de las frutales de hueso, uva de mesa y cítricos.
Desde Nostoc Biotech, empresa especializada en fertilizantes naturales y control biológico a base de humus de lombriz, apuntan que esta situación se puede "revertir" a través del control biológico en los cultivos.
Este mecanismo de control, más responsable con el medio ambiente, se encarga de "conseguir un equilibrio biológico para cada producto hortofrutícola y plaga y, así, unido al uso de fauna auxiliar, extractos botánicos y otras estrategias como, por ejemplo, las hormonas de confusión sexual o las placas atrayentes, es posible controlar la mayoría de las plagas sin el uso de químicos", asegura la empresa en un comunicado.
De hecho, para concienciar a la población sobre la importancia de consumir frutas y verduras, reducir el impacto medioambiental y fomentar estilos de vida más saludables, la ONU ha declarado el 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras.
En este sentido, Nostoc Biotech recoge aquellas plagas que más daños han provocado a los cultivos de la Región de Murcia, una de las zonas agrícolas más afectadas, durante el 2020, en España.
El Cotonet es un parásito que, al igual que otros, se alimenta de la savia de las plantas. Este insecto provoca daños directos e indirectos a los cultivos. Los primeros son debidos a las manchas que se producen cuando este se alimenta de los frutos y los segundos, los indirectos, disminuyen la capacidad de la plata de hacer la fotosíntesis y, además, devalúan el precio del fruto.
En verano, las entidades de la Región alertaron del "descontrol" de esta plaga en la Comunidad Valenciana y, por lo tanto, su inminente expansión en los cultivos murcianos y andaluces. Los expertos apuntan que el Cotonet es muy difícil de controlar con los fitosanitarios convencionales.
Por ello, se recomienda el uso de alternativas ecológicas como el control biológico en los cítricos y, así, poder combatir el desequilibrio entre la planta y su entorno de forma sostenible.
En estos últimos años, la tuta absoluta, o también conocida como la polilla del tomate, ha incrementado su presencia en el Mediterráneo, como resultado de su resistencia a los insecticidas convencionales.
Esta especie es una pequeña palomilla de actividad nocturna que hace galerías en la planta, lo que produce daños tanto en las hojas, flores y frutos. Actualmente, la tuta absoluta ya afecta al 60 por ciento de los cultivos de tomate a nivel mundial.
"Para poder combatirla es necesario el control biológico. Este procedimiento más responsable con el cultivo y el entorno, juntamente con otras prácticas como los cerramientos, las feromonas o la limpieza del resto de vegetales, permiten afrontarla de forma natural", señalan desde Nostoc Biotech, empresa especializada en biofertilizantes y control biológico a base de humus de lombriz.
El pulgón es una larva chupadora que extrae la savia de las plantas y las decae, lo que favorece la deformación de las hojas, las cuales, ante la presencia de este, se curvan hacia abajo. "Los daños que causa el pulgón son especialmente graves en la fase de desarrollo del cultivo", explican desde Nostoc Biotech.
La alta presencia de este insecto puede producir la caída de las plantas y retrasar su crecimiento. Además, esta especie es transmisora de otras enfermedades como el virus del amarilleo, que afecta mayormente, a la producción de melón, sandía o calabacín de la comarca del Campo de Cartagena.
Por ello, los expertos señalan que, en ocasiones, se puede confundir con deficiencias de la misma planta, lo que retrasa el correcto tratamiento. Una de las soluciones más efectivas para combatir esta plaga ha sido el control biológico a base de microorganismos derivados del humus de lombriz.
El cambio climático favorece la proliferación de la araña roja
Las altas temperaturas de los últimos años, fruto del calentamiento global, han provocado que algunas especies tropicales, como la araña roja, aumenten su presencia en el país.
Una de las zonas más afectadas es la Región de Murcia donde, en los próximos años, aumentará la incidencia de esta plaga a medida que suban las temperaturas.
Este arácnido se alimenta principalmente de los cultivos de cítricos, tomate y pimiento que se encuentran en los ambientes secos. Pica las hojas y perfora las células de la planta para comer su contenido, lo que provoca la muerte prematura de las células de los cultivos.
Hoy en día existen diferentes tipologías de moscas que atacan a determinados cultivos. La que más afecta a la zona de Murcia es la mosca blanca, que se alimenta del jugo de las plantas, quitándole los nutrientes y el agua hasta debilitarlas. Una buena manera de descubrir si se sufre esta plaga es agitando las hojas para que puedan salir las moscas.
Desde Nostoc Biotech señalan que "es uno de los grandes quebradores de cabeza en muchos cultivos, en especial, en los de tomate y pimiento de Murcia". La mosca blanca afecta en la época de crecimiento y producción de los productos hortícolas.