CARTAGENA. La Casa Museo Isaac Peral lleva camino de convertirse en una obra eternamente inacabada, por el gran número de retrasos que han venido sucediéndose estos últimos años. El último provocó la sanción que puso el Ayuntamiento de Cartagena a la empresa que se encargaba de la rehabilitación interior. Afesport Cartagena SL debía haber entregado las llaves a principios del pasado verano, pero se justificó indicando que había sufrido retrasos en el suministro de material, lo que ocasionó que se acabara la paciencia de la responsable del área que asume este proyecto, Ana Belén Castejón.
Hace dos meses se tomó la decisión de sancionar a la constructora y suspender su contrato, aunque primero debe haber una aceptación voluntaria de la rescisión del mismo y consiguiente sanción de la mercantil. Esperan que en las próximas horas la empresa rubrique esta cancelación y puedan volver a sacar a licitación lo que resta de la obra.
El asunto es que el importe valorado para finalizar lo que ha quedado por hacer Afesport ronda los 55.000 euros, por lo que habrá que elaborar un nuevo pliego de condiciones, en este caso simplificado, para que en un periodo no mayor a quince días pueda estar fijado y en vías de adjudicación. Afirman desde la concejalía de Patrimonio Arqueológico que es más tiempo el trámite de la licitación que las obras en sí, que se centran en el montaje del ascensor y en acabados de fontanería y carpintería.
Si echamos la vista atrás, la vivienda la compró el Ayuntamiento a finales del 2015. La redacción del proyecto, encargada al arquitecto José Manuel Chacón, tuvo que esperar hasta 2020, para adecuar el espacio disponible a la exposición de 200 objetos sobre Isaac Peral, aportados por el coleccionista Diego Quevedo.
Las obras para la rehabilitación de la casa de Isaac Peral, situada en el callejón Zorrilla, comenzaron en febrero de 2021 y en septiembre se paralizaban para incluir la recuperación de un aljibe hallado en la planta baja del inmueble y reubicar el ascensor en el exterior. La modificación del proyecto supuso una inversión de 40.460 euros, lo que supone cerca de un 19% del importe total del proyecto, que ascendía a 203.000 euros.
El edificio está dividido en cuatro plantas con unos 200 metros construido. Se ha mantenido la fachada, las estancias interiores, los forjados originales, la baldosa hidráulica de la escalera, al igual que el pavimento original, la estructura de madera y el aljibe original.
El museo contará también con una sala de proyecciones, sala de conferencias y varias zonas para exposiciones, que incluirán una colección de objetos donados por Diego Quevedo.
A la rehabilitación del edificio hay que añadir las labores de refuerzo en la seguridad de la estructura, los accesos y el interior, la protección del inmueble frente al ruido e instalaciones con criterios de eficiencia energética, así como un sistema de acondicionamiento ambiental.
