CARTAGENA. Los empresarios de la hostelería de Cartagena se han manifestado a las puertas de la Asamblea Regional. Con las facturas en mano, los pagos calentitos (hoy es día de pago), las llaves de su negocio y la firme voluntad de seguir con sus reivindicaciones, más de un centenar de personas protestaron cacerola en mano con lo que consideran un injustificado cierre de sus negocios. "No pensamos ni siquiera en vivir, solo queremos sobrevivir", destacaba Juan José López, presidente de Hostecar Cartagena.
Los datos son más que preocupantes, estiman desde el sector que el 45% de los negocios hosteleros no levantará su persiana cuando se vuelva a abrir las puertas de bares y restaurantes.
"El sector sigue unido y seguimos reivindicando el derecho a trabajar. Tenemos que vivir de alguna manera y si no nos dejan trabajar nos tendrán que ayudar de otra forma, como ayudas directas. No sabemos ni cuándo será la próxima reapertura, si habrá rescates o no. Vivimos en una agonía y desesperación y sin recibir respuesta de nadie", añadía López.
"Seguiremos con la lucha hasta que recobremos nuestros derechos, porque llevamos más de 120 días encerrados en casa, con restricciones muy duras. Estamos en un punto límite. Llevamos mucho sin trabajar; ellos lo saben, que esto no es normal lo que están haciendo con nosotros. Solo queremos recobrar nuestra vida normal y familiar", subraya el presidente de Hostecar, quien explicaba que seguirán con las protestas el próximo día 10 de febrero, con López Miras en la Asamblea.
Reclaman un plan de rescate inmediato y estiman que cerca de la mitad de los negocios se van a quedar en el camino. "Esto supone que cerca de 350 establecimientos en Cartagena no vuelvan a levantar la persiana", añade con amargura.
"Nos da igual quien sea el que lo haga, el Gobierno regional, el local o el central. Somo conscientes de que hay administraciones, como el Ayuntamiento de Cartagena, que han hecho todo lo que está en su mano y la CARM se prestó a hacer un plan de rescate, que sigue siendo insuficientes y a nivel nacional no hemos recibido nada. Hemos pagado autónomo, cargas sociales, impuestos y retenciones y es el Gobierno de España el que tiene que dar un paso al frente".
Dicen que viendo las ayudas directas en Francia o Reino Unido con una repercusión mucho menor del sector hostelero, "nos da mucho más pena de cómo están tratando a nuestro sector. El dinero que tendrá que llegar desde Europa debería venir a través de ayudas directas. Somos colaboradores, no culpables. No reclamamos para vivir mejor, solo para vivir. Nos está tocando el entorno familiar; ya no es cuestión de negocio es supervivencia".