MURCIA. La neumonía es un tipo de inflamación respiratoria que afecta a los pulmones.Según datos de UNICEF, cada año mueren en el mundo más de 800.000 niños menores de cinco años a causa de esta infección. De ellos, más de 150.000 son recién nacidos, considerados un grupo especialmente vulnerable a las infecciones porque su sistema inmunológico es débil e inmaduro.
La contaminación se perfila como una de las principales causas de la neumonía en niños, aunque no es la única. La presencia de bacterias, virus u hongos en el aire es otro foco de transmisión de la neumonía, pues se trata de una enfermedad contagiosa asociada a "la invasión de la vía aérea por diferentes gérmenes que pueden transmitirse por la tos o por estornudos", tal y como explica el Dr. Manuel Hermoso, especialista del Servicio de Pediatría de Quirónsalud Murcia.
Otra de las causas de la neumonía en niños prematuros es el contagio por fluidos, como sangre del parto, o a través del contacto con superficies contaminadas.
¿Qué causa la neumonía en niños? ¿Existen diferentes tipos de neumonías infantiles?
El término neumonía (también pulmonía) hace referencia, de manera genérica, a la inflamación de una parte de los pulmones (lo más habitual) o de todo un pulmón (menos frecuente) en la que los alveolos pulmonares (bolsitas diminutas llenas de aire en su estado normal) se llenan de líquido y dejan de ejercer su función, que es llevar a cabo el intercambio del aire respirado entre dichos alvéolos y los vasos sanguíneos que los rodean.
Más que de diferentes tipos de neumonía, de lo que podemos hablar es de distintos agentes que de transmisión, tal y como nos explican desde el Servicio de Pediatría de Quirónsalud Murcia. Así, podemos diferenciar entre neumonías de causa infecciosa (provocadas por virus o bacterias) y neumonías químicas (asociadas a la inhalación de sustancias inflamatorias, normalmente gaseosas).
Dentro de las primeras, que son las que producen una infección pulmonar, la más frecuente es la producida por el Neumococo y que los expertos denominan "neumonía típica".
"En los niños también podemos encontrar neumonías víricas producidas por virus respiratorios habituales como productores de infecciones respiratorias en los niños que van a guarderías. Otros tipos de neumonías infecciosas son las producidas por hongos, que suelen afectar a niños inmunodeficientes", concluye el Dr. Manuel Hermoso.
¿Cuáles son los síntomas de la neumonía en niños?
Los síntomas de la neumonía infantil no difieren demasiado de los de la neumonía en adultos. Los más frecuentes son la tos, las dificultades para respirar y la fiebre.
Otros síntomas característicos de la neumonía en niños son la respiración acelerada y el hundimiento/retracción de la parte baja del pecho durante la inhalación.
Sin embargo, y según nos explica el especialista de Quirónsalud Murcia, estas manifestaciones no son exclusivas de la neumonía y pueden darse en otras infecciones respiratorias como la laringitis o la bronquitis.
"Lo que hace sospechar al pediatra de que se puede tratar de una posible neumonía es una auscultación respiratoria anormal y sugestiva de neumonía, cosa no sencilla de obtener en los niños más pequeños, que suelen llorar durante la exploración impidiendo así al pediatra la obtención de dichos hallazgos".
El especialista en pediatría de Quirónsalud Murcia añade que, además de la auscultación anormal, existen signos orientativos que pueden ayudar en el diagnóstico de la neumonía en niños.
Entre ellos destaca “la afectación del estado general del niño, que suele manifestar una apatía y decaimiento, así como la pérdida de apetito. En los casos más graves, el niño puede manifestar una mala coloración de las mucosas, lo que llamamos cianosis y un quejido al respirar”.
Cómo saber si un niño tiene neumonía
Además de la auscultación y de los síntomas que acabamos de describir, los padres también pueden sospechar de la presencia de una neumonía si ven que sus hijos respiran con dificultad.
Lo habitual es que, en estos casos, el niño tenga la respiración mucho más rápida de lo normal. Además, durante la respiración "se marcan las costillas, se observa un bamboleo del abdomen y se pueden oír ruidos anormales como los "pitos" típicos de las bronquitis obstructivas en el asma. Asimismo, y en casos de gran dificultad, podemos percibir un aleteo nasal y una coloración azulada de los labios por la falta de oxígeno. Esto únicamente ocurre en las neumonías muy graves o que afectan a gran parte de un pulmón".
Respecto al diagnóstico, debemos distinguir entre “principio de neumonía” (imagen radiológica que sugiere el inicio de la inflamación, todavía no consolidada, de una parte del pulmón) o neumonía (cuando la infección se ha instaurado).
"El diagnóstico de certeza de una neumonía se hace mediante la realización de una radiografía del tórax, en la que se aprecia alguna zona del pulmón en la que no existe aireación. Esto es lo que se llama zona de condensación y puede afectar a uno o más lóbulos pulmonares", concluye en Dr. Manuel Hermoso de Quirónsalud Murcia.
Se considerará que el niño sufre una neumonía grave cuando:
La infección afecta a más de un lóbulo pulmonar.
La causa de la neumonía sea un germen poco habitual, o que muestra resistencia a los antibióticos empleados.
La infección se complica por un derrame pleural (acumulación de líquido entre las pleuras).
El niño necesita la administración de oxígeno para respirar.
La neumonía aparece en el hospital durante un ingreso por otro motivo de enfermedad.
Neumonía en niños: tratamiento y posibles secuelas
Elegir un tratamiento u otro para la neumonía en niños pequeños está asociado a diferentes cuestiones, entre ellas:
Estado general del niño.
Tipo y origen de la neumonía.
Estos aspectos determinarán qué tratamiento seguir o qué antibiótico es el más adecuado, según nos explica en Dr. Hermoso, del Servicio de Pediatría de Quirónsalud Murcia.
"La pauta a seguir", expone, “dependerá del tipo de neumonía que tenga el niño. Fundamentalmente, consiste en la administración de antibióticos en las neumonías de causa bacteriana, además de los medicamentos para la fiebre e incluso para la tos en los niños más mayores. En los casos más graves, puede ser necesaria la administración de oxígeno".
Respecto al ingreso hospitalario, comenta el especialista, no suele ser necesario.
"Generalmente los niños con neumonía no necesitan ingreso en el hospital, aunque puede ser necesario en niños menores de 6 meses. El ingreso también se valora cuando hay síntomas de gravedad, cuando la neumonía es muy extensa, cuando el menor no responde al tratamiento, cuando la situación clínica ha empeorado o en casos de ansiedad familiar por el proceso".
Solicita más información el servicio de pediatría del hospital Quirónsalud Murcia