VALÈNCIA.
Hay en la primera exposición de Antonio José Villa Vázquez (Cieza, 2000) unas cuantas virtudes que la acreditan y la justifican. Una de ellas es el rigor del punto de vista. El espectador asiste a la rememoración plástica de lo que ha sido para él poder descubrirse a sí mismo. Para ello presenta la recreación de la alegoría del paso de un alma del purgatorio al paraíso, que simboliza la superación. En ‘Quítate el velo’ se entrega a un tan metódico como sublime ejercicio de aceptación personal ante los envites de la vida. Aquí estriba el meollo de este cuidado, muy bien planteado y bien resuelto proyecto que posee todos los elementos necesarios para hacer pensar al espectador. Una manera de reflejar y reflexionar sobre algunos de los síntomas de estos tiempos.
En este montaje, instalado en la sala abovedada del Museo Siyâsa, el joven artista es especialmente lúcido sobre los límites de su inteligencia creadora. Y es que se halla en un momento dulce de su productividad artística a pesar de estar aún acabando sus estudios de Bellas Artes. Abundan los elementos propios de la simbología religiosa. Estos recursos están bien utilizados para construir el hilo conductor de su trabajo. “Se trata de la presentación de cuatro miedos personales hasta la liberación de estos, ayudándome de diversa iconografía religiosa”, explica. Son once pinturas y una escultura sobre la importancia de superar los miedos para alcanzar la liberación. El público encontrará en el recorrido la clave que da título a la exposición.
Se nota que Villa Vázquez se ha encontrado muy a gusto creando esta serie. Su objetivo era reflejar un relato comprensivo de unos determinados estados de ánimo. Y para ello ha sido necesario una intervención artística muy íntima. Su talento estalla y asombra por todas partes en la pequeña sala abovedada, sin decir que nos dé nada de su mundo que no supiéramos: su exquisitez del dibujo, la paradoja de lo onírico, la imaginación como huída. No necesita imágenes o composiciones prestadas. Cuando se realiza una propuesta como esta, cabe considerar que su autor ha decidido purgar su corazón, sin esperar nada a cambio. Siempre consciente de estar desnudando su alma, examina su pasado más reciente desde el tiempo presente.
Bajo el hilo argumental de la célebre ‘Divina comedia’, en esta propuesta se muestran desde desnudos velados tanto masculinos como femeninos, a los que el ojo estético dota de capacidad artística, hasta autorretratos. “Todos esos desnudos me representan”, afirma. En esas piezas se aprecia la sensibilidad de un autor que no se complace con pintar solamente: ‘Peso del velo’ es un busto realizado en alabastro. Imágenes y formas, en fin, de la superación personal, uno de cuyos ribetes es el estrago existencial, y el otro, el del borde duro de cómo el hombre se renueva intentándose salvar. Los que quieran quedarse con su mensaje no podrán sino aplaudir.
Pocos son los artistas que reconocen su genio sin hipérbole y sin modestia. La figura paradigmática es Dante, quien, escribiendo su gran poema sacro, sabe que era grande y así se lo dice al lector. Para la mayor parte de los otros, sin embargo, el aprendizaje del arte nunca acaba y las obras producidas nunca llegan a ser del todo logradas. Villa Vázquez no es ningún desconocido dentro del ambiente artístico de la localidad. Aunque esta es su primera muestra individual, atesora una producción regular de trabajos en escultura y pintura que va acompañada de una excelente calidad. Y a pesar de los sinsabores que haya dejado su joven existencia, la superación de los miedos personales parece haber merecido la pena. Yendo el arte por donde va, este ciezano sólo puede ser destello.
Hasta el 16 de noviembre estará abierta al público una propuesta artística promovida por la Concejalía de Museos que, en palabras del director de este área municipal Joaquín Salmerón, “no dejará a nadie indiferente”. La inauguración contó este martes con la presencia de la concejala de Museos, Conchi Villa, quien elogió al artista por la obra mostrada en su primera exposición individual. Para ambientar los prolegómenos de la apertura el músico Antonio Jesús Hernández Alba interpretó al teclado varias composiciones sacras. Entre el público asistente se encontraba el concejal de Trasparencia, Antonio Montiel; el escultor José Hernández Navarro o el presidente de la Asociación Piedras Vivas, Mariano Caballero, entre otros.