TORREVIEJA. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado esta mañana la ampliación de la desalinizadora de Torrevieja, aprobada hace unas semanas en Consejo de Ministros, con un importe de 100 millones de euros que permitirá duplicar la producción de agua un 50%, pasando de los 80 hectómetros de agua desalada que produce actualmente a los 120 en 2027, cuando se prevé que terminen las obras. Sánchez ha recorrido las instalaciones de "la mayor desalinizadora de Europa" y ha señalado que la ampliación incluirá además la instalación de una planta fotovoltaica con el fin de hacerla más eficiente reducir el consumo y, en consecuencia, "abaratar en cuatro céntimos el metro cúbico" de agua desalada.
Sánchez ha sido recibido entre gritos e insultos por decenas de manifestantes a las puertas de la desalinizadora, una protesta que se ha disuelto minutos antes de que llegara. El presidente ha puesto como ejemplo este tipo de acciones para garantizar los recursos hídricos frente a la sequía provocada por el cambio climático, que "ya es una realidad". En este sentido ha señalado que "la región mediterránea es el epicentro del cambio climático", por lo que ha rechazado los "dogmas de los negacionistas". La inversión de la planta de Torrevieja se encuentra en el paquete de 813 millones de euros que se invertirán hasta 2027 en infraestructuras de desalinización similares tanto en la Comunitat Valenciana, como en la Región de Murcia y Almería.
Sánchez ha destacado que España se ha convertido en los últimos años en el "líder europeo" en la desalinización de agua, al ser el primer productor de este tipo de recurso con cinco millones de metros cúbicos diarios, y el cuarto mundial en la capacidad instalada, y ha repetido que la sequía es un problema que afecta a "todos", ya se padezca en Cataluña, Andalucía u otra comunidad autónoma.