ALICANTE. El empresario alicantino Enrique Riquelme, fundador de Cox Energy, dio por hecha este jueves la salvación de Abengoa con su integración en el grupo de origen alicantino, a quien el juez del concurso de acreedores consideró como el mejor postor para salvar la unidad productiva del histórico gigante andaluz. Si bien restan algunas formalidades (el auto declarando a Cox Energy como vencedor de la puja no equivale a una escritura de compraventa), Riquelme ya ejerce de dueño de Abengoa, sobre cuya salvación se mostró seguro.
El joven emprendedor alicantino fue el protagonista de la sesión de Cámara Business Club de este jueves, que levantó una enorme expectación tras la compra de Abengoa y el anuncio de que Cox Energy va a salir a bolsa este lunes, siguiendo los pasos de su 'hermana' mexicana, que lista desde hace años. Y también porque, tras el paréntesis para invitar a candidatos a la Generalitat durante la precampaña del 28M, el conferenciante volvía a ser un empresario.
El futuro de Abengoa, así, fue el protagonista casi absoluto de una intervención (y del posterior turno de preguntas) donde Riquelme también tuvo tiempo de compartir experiencias personales, repasar el nacimiento y consolidación de Cox Energy y hasta dar algún consejo. En este sentido, Riquelme recordó que durante el concurso (antes de ser adjudicatario) ya aportó un préstamo para pagar sueldos de trabajadores de Abengoa, y que desde el pasado 18 de abril (fecha de la adjudicación), la multinacional sevillana ha pasado de una plantilla de 9.500 empleados a una de 11.200 trabajadores. Todo un reto para una empresa que gestionaba una plantilla de dos centenares de personas.