MURCIA. Nuestro siguiente artículo nos lleva a Águilas, a la calle Progreso, a casa de Mariano, dentro de una familia de cuatro hermanos, donde en el año 1964 muere una niña de poco más de 9 años en un incendio, quedándose dicha familia en tres hermanos. Desde entonces todos ellos tienen la sensación de que les vigilan y observan y, sobre todo, un mal presentimiento por el que están esperando alguna desgracia en su familia. No saben cuándo va a suceder, pero lo que todos tienen claro es que le acontecerá a cada uno de ellos.

Mariano es en quien nos vamos a centrar, puesto que es del que más datos hemos obtenido. Conductor de profesión afincado en el Puerto de Mazarrón en la actualidad, muy próximo a la Playa de Nares, nos comenta que a lo largo de su vida, y más concretamente en los últimos meses, ha tenido este tipo de presentimiento por el que está convencido de que algo horrible está a punto de sucederle. A esa extraña sensación hay que sumarle una serie de acontecimientos que le sucedieron en marzo del año 2020. Él estaba en la parte superior de Mazarrón, cerca de una de las entradas a la ciudad por su zona este, donde -próximo a una de las casas abandonadas- escucha una voz aterradora, algo similar a un grito agónico que le dejó totalmente paralizado. A los pocos días se le cayó un vaso de agua. El charco en el suelo dibujó una mano que le recordó mucho a la suya cuando la tenía inmovilizada por un accidente.

Días después de escuchar el sonido anterior, en una madrugada sobre las tres de la mañana, sintió una presión en el pecho y dificultad para respirar, como si algo le estuviera oprimiendo el pecho. En un primer momento creyó haber contraído el covid-19, pero en una media hora dejó de sentir esa presión y poder respirar con normalidad. Esa presión en el pecho la estuvo sintiendo durante algunos meses más sobre la misma hora de la noche. No existe una explicación lógica que podamos darle a este fenómeno, que se repitió durante días y que sólo duraba unos minutos. Podría ser una angina de pecho, pero esa sensación la hubiera tenido de forma constante y habría acabado yendo al médico.

Otra hipótesis que pudiera explicar lo que le sucedió a Mariano esas noches es la conocida como parálisis del sueño. En cierta manera es un despertar incompleto. Cuando se pasa del sueño a la vigilia es posible recuperar la consciencia antes que la movilidad corporal. Aun estando despierto, todos los músculos están paralizados, excepto los ojos y el diafragma. No puedes respirar, sientes presión en el pecho y la angustia hace que creas que estás enloqueciendo.

El terror que se sufre es tal que aparecen las alucinaciones visuales, auditivas y táctiles: las ves, las oyes, las sientes. Puedes experimentar que estás flotando, cómo un desconocido que se ha colado en tu casa te saca a rastras de la cama o cómo alguien te respira en la cara. Y todo sin poder hablar ni llamar la atención de nadie para pedir ayuda, porque estás despierto pero inmóvil. Son situaciones terroríficas de las que no puedes escapar.

Estos acontecimientos le hicieron pensar a nuestro testigo que algo horrible estaba a punto de suceder en su familia y que, conforme más se interesaba por estos temas, más cerca estaba el fatídico final.

Casualmente cuando aparecieron este tipo de señales es cuando al poco tiempo sucedió algo terrible en la vida de Mariano. ¿Crees que puede ser mala suerte o simplemente azar?