MURCIA. "Es un sintenido que gasten ese dinero en esa medida en vez de crear puestos de trabajo o abrir nuevos mercados". Así reaccionaba el portavoz de la Comunidad, Marcos Ortuño, tras analizar este jueves en el seno del Consejo de Gobierno la última propuesta pactada por el Ejecutivo de España con Junts, uno de los socios parlamentarios de Pedro Sánchez.
La reforma prevé que los servicios de atención al cliente de aquellas empresas con más de 250 trabajadores o que facturen más de 50 millones de euros anuales tengan que ofrecer la posibilidad de hablar en catalán a los consumidores que hayan adquirido sus servicios en Cataluña, con independencia de que la sede de la empresa esté o no en esa comunidad autónoma.
El Gobierno de la Región de Murcia rechaza "frontalmente esa imposición" y anuncia que intentará frenar esa medida "de dudosa legalidad", que calcula que afectaría a unas 220 empresas murcianas. "A pesar de que Puigdemont diga que se aplicará en toda España, utilizaremos todas las herramientas legales a nuestro alcance para que no se lleve a cabo", sostiene. "La recurriremos donde sea necesario porque supone un ataque directo a la libertad de empresa, y porque además sólo trae más burocracia y costes para las empresas", añade.
"¿Va a decir algo el delegado?"
El portavoz, además, se ha mostrado muy crítico con el pacto entre el Ejecutivo y Junts y considera que constituye otro agravio a los empresarios. "Han sido demonizados, se les imponen cargas sin consenso y ahora estos obstáculos sin sentido". Esa decisión, apostilló, "es un disparte" y "pone de manifiesto la deriva del Gobierno de Sánchez": "Ya no se guían por el sentido común, hacen lo que Puigdemont les ordena, Sánchez sigue dispuesto a todo con tal de seguir en el poder".
Además, Ortuño se pregunta qué le parece la idea al delegado del Gobierno en la Región y líder de los socialistas murcianos, Francisco Lucas. "¿Qué le parece al delegado que las empresarios de la Región tengan que hablar catalán u otras lenguas cooficiales por exigencias de Puigdemont? ¿Va a decir algo?". Y concluye: "La riqueza de España está en la diversidad, no en la imposición".