MURCIA. Bullas recuperará el esplendor histórico de la villa romana de Los Cantos. El Ayuntamiento ha terminado esta semana la adjudicación de las obras para restaurar de manera integral este yacimiento descubierto en 1867.

La empresa Construcciones y Excavaciones Sánchez López, con sede en Murcia junto a Patiño, es la ganadora de la licitación al ser la única compañía que se presentó al proceso. La constructora se hace con un contrato cuyo importe asciende a 2,7 millones, incluidos los impuestos (2.761.777,81 euros, para ser exactos).

Ahora tendrá cuatro meses para llevar a cabo los trabajos, que consistirán en la ejecución de un estudio arqueológico, la 'musealización' y, sobre todo, la puesta en valor de este yacimiento. Para ello tendrá que adecuar el recinto para las visitas, "dotándolo de elementos expositivos y museísticos con un marcado carácter didáctico que permitan la adecuada comprensión de las ruinas y su contexto medioambiental", tal y como se explicaba en la memoria de los trabajos.

El Ayuntamiento inició la licitación el pasado 19 de septiembre por por la vía de tramitación urgente a través de un procedimiento abierto. El 30 de octubre se dio a conocer el nombre de la adjudicataria. Y el pasado 4 de noviembre se procedió a la formalización del contrato, tal y como consta en las actas oficiales, consultadas por Murcia Plaza.

Un enclave estratégico para la economía de Roma

La villa de Los Cantos está considerada uno de los yacimientos romano-rurales "más relevantes del sureste peninsular por su extensión, complejidad arquitectónica y riqueza patrimonial", como así se describe en la memoria el Ayuntamiento, que también quiere, con esta actuación, dar un empujón al turismo cultural y dinamizar la economía de la zona de una forma sostenible.

Los Cantos se encuentra en la cima de un cerro y ocupa una extensión de 10.000 metros cuadrados. Fue históricamente una posición estratégica para la economía agropecuaria de Roma por su proximidad al cauce del río Mula y la vía de comunicación Carthago Nova-Complutum. 

Las excavaciones llevadas a cabo desde hace tres décadas sacaron a la luz que fue una villa de gran entidad que siguió el modelo clásico vitruviano, con varias áreas funcionales: la pars urbana, con domus (donde residía el propietario) y las termas; la pars fructuaria (el almacenamiento de los productos agrícolas), así como la pars rustica (donde vivían los esclavos) y hortus.

En 2023, el arqueólogo municipal Salvador Martínez Sánchez advertía de que el yacimiento contiene "serias deficiencias en cuanto a su conservación y deterioro", lo que, a su juicio, "obliga a adoptar medidas urgentes de protección que van desde la consolidación y restauración hasta la cubrición de estructuras".

Así será el complejo

El proyecto, tal y como ya contaba este diario, prevé establecer una cubierta "plana reticular de diseño modular" para la domus y las termas con el fin de proteger mejor los restos arqueológicos frente a los agentes atmosféricos.

Uno de los elementos más importantes serán las recreaciones volumétricas para la 'musealización'. Son estructuras que permiten contemplar in situ el yacimiento sin recurrir a reconstrucciones especulativas, explican. Así, tales recreaciones se colocarán en tres sectores del yacimiento: la domus, el complejo termal y el acceso a la villa, incluyendo el muro que delimitaba el complejo.

"Este planteamiento museográfico dota al yacimiento de una identidad reconocible y contemporánea, aspirando a consolidar su posición como un espacio museístico de primer nivel, capaz de combinar rigurosidad científica, accesibilidad y sensibilidad hacia el patrimonio", aducen.

Asimismo, habrá salas inmersivas, una en la domus y otras en las termas, además de paneles explicativos, rótulos de letras y pletinas sobre suelo.

Igualmente está prevista la adecuación de una zona de aparcamiento público para mejorar la accesibilidad y la experiencia de los visitantes. También se construirá una pequeña edificación junto al acceso para proveer al yacimiento de un punto adecuado para la recepción de visitantes y se ubicarán unos aseos que cumplan los requisitos de accesibilidad.

También se pondrá en marcha un sistema de recogida superficial de aguas pluviales porque en esa zona "el control de las escorrentías superficiales y de la infiltración de aguas pluviales es una prioridad, tanto para evitar procesos de degradación por capilaridad como para prevenir la acumulación de humedad en puntos sensibles de la estratigrafía y de la arquitectura conservada".