Blanca va a potenciar la digitalización del municipio a través de dos proyectos. Estos tienen como objetivo la optimización en la gestión de residuos y la medición de la calidad del aire y el ruido, para lo que cuentan con un presupuesto de 60.000 euros.
En concreto, se va a monitorizar en tiempo real, a través de unos sensores, el nivel de llenado y temperatura de los contenedores optimizando su recogida mediante rutas dinámicas más sostenibles.
Este proyecto consta de un sistema inteligente que prevé el nivel de llenado de los contenedores de recogida selectiva, a través de sensores volumétricos, para calcular la ruta más eficiente de los camiones de recogida, a partir de los datos adquiridos diariamente y el histórico almacenado. Así, la empresa puede predecir cuándo deben recoger los residuos y también, tiene en cuenta factores como la estacionalidad, los días de la semana o días festivos.
La toma de datos permitirá comprender las conductas de depósito de residuos de los ciudadanos y visitantes del municipio, lo que permitirá al equipo de gestión del municipio poder elaborar estrategias más adecuadas a estos indicadores.
En esta misma línea, se podrán descongestionar áreas críticas y reenfocar los flujos, puesto que habrá una detección temprana de puntos donde los contenedores disponibles no cubran o den servicio suficiente al núcleo de población al que están destinados, por lo que se podrán asignar más contenedores, mejorando la experiencia del usuario y evitando desaprovechar así los contenedores existentes.
Además, como consecuencia se podrán recursos de manera más efectiva según la necesidad, garantizando que las instalaciones se mantengan en condiciones óptimas y planificar rutas de recogida.
Medición de ruidos y calidad del aire
El segundo de los proyectos de digitalización que se va a poner en marcha en Blanca tiene como objetivo el despliegue de una red de sensores para la monitorización de la calidad del aire y la medición del ruido en tiempo real mediante parámetros medioambientales y de niveles de ruido, para entender y localizar focos de contaminación en el municipio.
La implementación de estos dispositivos proporciona mejoras significativas en la gestión urbana y la calidad de vida de los ciudadanos puesto que permite informar a la población sobre niveles peligrosos de contaminación y ruido, desarrollar políticas ambientales y de niveles de ruido o crear estrategias de reducción de emisiones y sonido basadas en datos precisos.
En este sentido, respecto al impacto en la salud pública contribuirá a reducir la exposición a contaminantes y a niveles de ruido perjudiciales, implementar medidas temporales en áreas con alta contaminación y realizar campañas de concienciación y programas de salud pública.
En definitiva, supone la mejora de la gestión urbana, la salud pública y la sostenibilidad, proporcionando datos precisos para tomar decisiones informadas y cumplir con normativas ambientales.
Estas iniciativas se engloban dentro del proyecto ‘Smart Región’, que cuenta con el apoyo de la Consejería de Economía, Hacienda y Empresa, a través de la Dirección General de Transformación Digital, que permite a los municipios desarrollar proyectos de digitalización urbana.