MURCIA. Su último trabajo es Viñetas Infernales, cien años de cómic de terror (Desfiladero, 2023), una reivindicación de un género con capacidad como pocos de ser, eminente e inseparablemente, político. En esta entrevista, Pedro Porcel desmonta algunos mitos y descarta la brocha gorda (que no quiere decir la línea chunga) de los prejuicios que arrastramos desde el pasado hacia los géneros populares, la contracultura y las historietas políticamente incorrectas.
— Dentro de la periferia que ya es el cómic, el género de terror, ¿qué lugar ocupa?
— Si el libro fuera un tren, el cómic de terror sería uno de los vagones de cola. O directamente el farolito que se pone al fondo. Ha habido épocas de esplendor, como los años cincuenta y setenta, sobre todo en Estados Unidos. En España evidentemente no, porque en los cincuenta el cómic de terror estaba prohibido por la censura.