MURCIA. Pedro Sánchez se queda. "He decidido seguir. Y seguir con más fuerza si cabe al frente de la Presidencia del Gobierno de España". Así lo ha comunicado este lunes el presidente del Gobierno de España en una declaración institucional pronunciada desde el Palacio de la Moncloa. Antes, a primera hora se reunió con el rey Felipe VI para detallarle su decisión. Se acaba así el periodo de cinco días para reflexionar que abrió el pasado miércoles, cuando publicó una carta a la ciudadanía anunciando que se retiraba a meditar su dimisión tras abrir el juzgado una causa contra su esposa, Begoña Gómez, y sentir -dijo- el acoso de "la derecha y la ultraderecha".
Su pausa para reflexionar, un movimiento sin precedentes en la política española, ha conmocionado el tablero. El PSOE se ha movilizado en pos de su líder mientras que la derecha ha descreído, reduciéndolo a una mera estrategia política. Su retiro, no obstante, ha generado un clima de incertidumbre que se ha mantenido hasta el último momento. El misterio se zanjaba a las 11 horas de esta mañana. Con puntualidad, Sánchez se dirigía a las cámaras desde el Palacio de la Moncloa, sin aceptar preguntas, y anunciaba su continuidad. Lo relataba, eso sí, manteniendo el suspense en sus primeros minutos. Hasta que despejó la incógnita. Se escucharon gritos de celebración de fondo, señal del hermetismo con el que recubrió su decisión.
Decide continuar, pase a reconocer en varias ocasiones que "no" le "merece la pena" si persisten los ataques: "El pasado miércoles escribí una carta dirigida a la ciudadanía, me planteaba si merecía la pena. Tengo la respuesta clara. Si permitimos ataques a personas inocentes, entonces no merece la pena. Si permitimos que las mentiras sustituyen el debate, entonces no merece la pena. Necesitaba parar y reflexionar. La carta puedo desconcertar porque no obedece a cálculo político. He reconocido antes quien buscan quebrarme, que duele vivir estas situaciones. He actuado desde una convicción clara. Esto no es una cuestión ideológica", expresó.
Agradece el apoyo recibido
El mandatario admite que la movilización social ha influido en su decisión y da las gracias "de todo corazón" por el apoyo recibido, especialmente de su "querido" partido. También ha enfatizado que su mujer y él "pueden" con "las campaña de acoso" que llevan recibiendo "desde hace diez años": "Exigir resistencia incondicional es poner el foco en las víctimas y no en los agresores. Esta campaña de descrédito no parará. Podemos con ella. Lo importante es que queremos agradecer las muestras de solidaridad recibidas de todos los ámbitos. Gracias a la movilización social, que ha influido".
El jefe del Gobierno también advirtió de que el fango "lleva mucho tiempo contaminando impunemente" la política española y reclama a la ciudadanía que sea "ejemplar": "Pido a la sociedad española que volvamos a ser ejemplo. Los males que nos aquejan forman parte de un movimiento mundial. Mostremos al mundo cómo se defiende la democracia". De hecho, Sánchez considera que el país necesita una reflexión: "Asumo la decisión de continuar, con más fuerza si cabe. Esto no va del destino de un dirigente particular. Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser. Nuestro país necesita esta reflexión. Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango contamine nuestra vida pública".
Nadie vio venir la carta de Sánchez, que dejó en shock incluso a sus más fieles seguidores. Su decisión se mantuvo en secreto, sin filtraciones, hasta el último momento y dejó a un país en vilo mientras se sucedían las movilizaciones en Ferraz y varios puntos del país (como Murcia y Cartagena). Ese día, el miércoles, se conocía que un juzgado había abierto diligencias para investigar a su esposa, Begoña Gómez, tras una denuncia del grupo Manos Limpias por presunto tráfico de influencias y supuesta corrupción en los negocios. Sánchez canceló su agenda pública y se dio un plazo de cinco días, hasta hoy lunes, para decidir si sigue al frente del Gobierno, en una decisión insólita en la política española.
El presidente no dio pistas sobre qué planes tiene para los próximos días. Pero sí lanzó una advertencia: "Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se lo garantizo", subrayaba al tiempo que llamaba la atención sobre lo sucedido en los últimos tiempos y pedía una "reflexión colectiva que abra paso a la limpieza, a la regeneración, al juego limpio": "Sólo hay una manera de revertir esta situación, que la mayoría social, como ha hecho estos cinco días, se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo".