VALÈNCIA.
Hola, Cristina, soy un artista de Valencia. Viví muchos años en Murcia. Te paso la información por si os cuadra, por si queréis darle difusión, por si surge un reportaje, o qué se yo...
La inauguración es el domingo 12 a las 12:30, en la Galería Leucade, y estará hasta el 12 de Enero.
Adjunto mi web, está el curriculum, etc, y adjunto también el texto de la exposición.
PRELUDIOS Si atendemos al significado de la palabra «preludio» —el nombre de la exposición que presento en la Galería Leucade—, nos dice la RAE que es aquello que precede y sirve de entrada, preparación o principio a algo. Y de eso se trata. La serie nace del proyecto que presenté el año pasado para la Keyhole Art Fair (aturdidos todavía por el contexto pandémico), de la parte de mi obra en la que incido más en el germen del proceso pictórico, caótico y expresivo en mi caso. Trato de hacer un homenaje a la parte más pura de ese proceso, a los gestos más primarios, que suelen quedar escondidos tras sucesivas capas cuando trabajo con las series de ESTRATOS, más reflexivas y constructivas. Así pues, esta nueva propuesta, que es una de las ramificaciones de mi modus operandi, si bien mantiene unos conectores lógicos como las tipografías descontextualizadas, los palimpseptos, el collage, o las pinceladas mixtas, supone un cambio significativo, ya que se caracteriza más por fondos uniformes y empastos directos y espontáneos, incluso dripping, lo cual le confiere un carácter más desenfadado, más amour fou, y menos meditado y profundo, jugando un contrapunto interesante con la otra línea de trabajo. El discurso estético subyacente tiene las mismas inquietudes (la búsqueda de emociones puras…), solo que este va dirigido a nuestro cerebro más primitivo e irracional, al inconsciente colectivo que aún alberga lo poco que nos queda de pensamiento mitológico. Un discurso, en cualquier caso, de una plasticidad urgente y necesaria, que pide piel, tacto y pausa en tiempos de sobreexposición tecnológica y déficit humanístico. En los preludios hay danza alrededor del fuego, hay años bárbaros, hay goles en porterías imaginarias; nostalgia y recuerdo de infancia moldeada a golpe de juego, barro y cicatrices. También han vuelto mis olvidados «cronopios» (de Julio Cortázar) y toda su energía iconoclasta e inconformista; y también estoy yo, buscándome y encontrándome, que no es poco.