VALÈNCIA.
Disculpa si empiezo presentándome.
Soy Luis Ferrero, murciano de adopción, resido actualmente en Guadalupe y llevo sangre de la tierra, mi madre es de Churra. Soy un autor novel que acaba de publicar una novela que transcurre en la ciudad de Oita, Japón, en la que se aborda el fenómeno de los "hikikomori", personas que deciden recluirse voluntariamente durante meses, en algunos casos años, y se adentra en la sicología de los personajes que toman esa decisión, sus vivencias y formas de relacionarse retratando el mundo japonés, en el que por razones de trabajo he permanecido durante largas estancias.
La obra estará disponible muy pronto en las librerías murcianas y me dirijo a ti por si pudiera resultar de interés para hacer una publicación en vuestro periódico.
Este es el link de la editorial y algunas notas de prensa, así como una entrevista en ONDACERA.
Las luces de Oita
Luis Ferrero Litrán
"Una novela que se adentra en el fenómeno hikikomori a través de una serie de personajes que acompañan al lector por los rincones mas insospechados de la sociedad japonesa. Narrada desde una estética híbrida entre el noir y los paisajes de la cotidianeidad, Luis Ferrero aborda, en esta su primera novela, muchas de las vivencias experimentadas a lo largo de quince años en los que ha vivido y recorrido Asia. La ciudad de Oita es en esta obra un personaje central que comparte el fluir de la vida junto a otros, y lo hace, en ocasiones, desgarradoramente."
El escritor astorgano Luis Ferrero Litrán presenta en Astorga su última obra Las luces de Oita, editada por Marciano Sonoro. Una novela que se adentra en el fenómeno hikikomori a través de una serie de personajes que acompañan al lector por los rincones mas insospechados de la sociedad japonesa. La presentación tendrá lugar el próximo martes 24 a las 19:00 horas en la Carpa del Jardín de la Sinagoga donde el público podrá mantener una conversación con el autor de la novela.
Sobre la obra
Narrada desde una estética híbrida entre el noir y los paisajes de la cotidianeidad, Luis Ferrero aborda, en esta su primera novela, muchas de las vivencias experimentadas a lo largo de más de quince años en los que ha vivido y recorrido Asia. La ciudad japonesa de Oita es en esta obra un personaje central que comparte el fluir de la vida junto a otros y lo hace, en ocasiones, desgarradoramente
Luis Ferrero Litrán ha presentado en Astorga su libro ‘Las luces de Oita’. Del autor decía el editor de Marciano Sonoro, Jesús Palmero, que “emigró a China junto a su eterna compañera de viaje, Yolanda Pizarro, en el año 2005. Desde entonces ha pasado largas estancias en este país, también en Corea del Sur y en Japón. Es abogado de profesión y es promotor de negocios para una multinacional española”.
Palmero destacaba que cuando el equipo de la editorial hizo la primera lectura de la novela observaron que Luis había volcado toda su capacidad en el empleo preciso de la palabra con una enorme sensibilidad, recreando sus emociones pero con la “naturalidad del que observa desde dentro”. “No se trata de un turista que tiene una experiencia en otro país y la plasma, sino de una persona que lleva 16 años en Asia y que observa estas culturas desde dentro”. Esta novela, continuaba el editor, se adentra en el fenómeno ‘hikikomori’ que tiene mucho que ver con lo psicológico, con lo psiquiátrico. "Y lo hace a través de una serie de personajes que acompañan al lector por los rincones más insospechados de la sociedad japonesa”.
‘Las luces de Oita’ está narrada desde una estética híbrida que va desde el género negro hasta los paisajes de la cotidianidad, en la que el autor aborda muchas de las vivencias experimentadas a lo largo de esos 15 años en los que ha vivido y recorrido Asia. La ciudad japonesa de Oita es en esta obra un personaje central que comparte el fluir de la vida junto a otros y lo hacen ocasiones desgarradoramente. "La pequeña ciudad de Oita adquiere como personaje un papel matriarcal porque acoge en su seno al conjunto coral de los personajes de la novela", subrayaba Palmero, quien señalaba que una japonesa nativa amiga de Luis leyó la novela y con sinceridad le manifiestaba que: "tu mirada en la novela me lleva a Japón sin ninguna barrera ni filtro."
Intervino seguidamente Luis Ferrero Litrán que comentaba que había querido escribir la letra de una canción y que se le fue de las manos y había resultado esta novela.
Sobre la intención de la escritura de esta novela, decía que era “hacer perdurar unas emociones que yo creo captar, y que como emociones que son no son mías, aunque yo las capte de una determinada manera, pretendo reflejarlas en ese cuadro que es ‘Las luces de hoy Oita’”. La novela transcurre en Japón, los personajes son japoneses aunque es una novela coral, sin protagonista concreto. "Algunos de ellos son ‘hikikomori’. Se trata de esas personas que voluntariamente deciden aislarse social y físicamente en sus casas y permanecen en ellas durante un periodo de tiempo muy largo que puede llegar a ser años o incluso el resto de su vida”, explicaba el autor.
‘Las luces de Oita’ está narrada desde una estética híbrida que va desde el género negro hasta los paisajes de la cotidianidad, en la que el autor aborda muchas de las vivencias experimentadas a lo largo de esos 15 años en los que ha vivido y recorrido Asia. La ciudad japonesa de Oita es en esta obra un personaje central que comparte el fluir de la vida junto a otros y lo hacen ocasiones desgarradoramente. "La pequeña ciudad de Oita adquiere como personaje un papel matriarcal porque acoge en su seno al conjunto coral de los personajes de la novela", subrayaba Palmero, quien señalaba que una japonesa nativa amiga de Luis leyó la novela y con sinceridad le manifiestaba que: "tu mirada en la novela me lleva a Japón sin ninguna barrera ni filtro."
Intervino seguidamente Luis Ferrero Litrán que comentaba que había querido escribir la letra de una canción y que se le fue de las manos y había resultado esta novela.
Sobre la intención de la escritura de esta novela, decía que era “hacer perdurar unas emociones que yo creo captar, y que como emociones que son no son mías, aunque yo las capte de una determinada manera, pretendo reflejarlas en ese cuadro que es ‘Las luces de hoy Oita’”. La novela transcurre en Japón, los personajes son japoneses aunque es una novela coral, sin protagonista concreto. "Algunos de ellos son ‘hikikomori’. Se trata de esas personas que voluntariamente deciden aislarse social y físicamente en sus casas y permanecen en ellas durante un periodo de tiempo muy largo que puede llegar a ser años o incluso el resto de su vida”, explicaba el autor.
Según Ferreo, él tenía interés en plasmar las circunstancias emocionales que llevan a estas personas a tomar una decisión de ese calibre, destacando, además, de la sociedad japonesa la soledad en la que viven y como conviven con ella y la manera en algunos casos que la buscan activamente. Comentó luego las posibles causas de este fenómeno, por ser una sociedad menos individualista que la occidental y cuyo valor o prestigio social depende mucho más del reconocimiento de los demás y esto no siempre se consigue. Otra característica del temperamento japonés que señaló es la pasión con la que ellos viven y hacen cada una de sus cosas.
Por eso en la novela intenta plasmar lo que denominó las ‘intrahistorias’, “esas situaciones que pasan desapercibidas por formar parte de nuestro paisaje habitual. El encuentro cultural te saca del hábito y te vuelve sensitivamente más perceptivo-"
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Un último aspecto que intenta reflejar en su novela es la utilización especial del silencio en estas culturas como forma de comunicarse.
Para finalizar decía que “para mí era muy importante que la novela se desarrolla con un halo de misterio y de suspense, y he intentado que ese misterio permanezca hasta el final”.