MURCIA. La explotación de los biorecursos marinos a través de soluciones biotecnológicas -con la ayuda de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC)- es un campo con un enorme potencial para la innovación y el crecimiento de la economía. Así lo ha entendido la Universidad de Murcia (UMU), que forma parte del proyecto estratégico B-Blue (Building the blue biotechnology community in the Mediterranean), en el que participan diez socios con experiencia en el campo de la bioeconomía azul de 8 países del Mediterráneo y más de 300 stakeholders (universidades, centros de investigación, autoridades públicas, organizaciones de apoyo a las empresas y organizaciones multilaterales del Mediterráneo). Juntos trabajarán durante 22 meses en la creación de una comunidad en torno a la biotecnología azul en el Mediterráneo.

Así lo ha señalado el responsable de la Oficina de proyectos internacionales y europeos de investigación OPERUM y miembro del equipo investigador de la UMU, Antonio Skarmeta, quien también ha explicado que B-Blue pretende crear un marco de coordinación transnacional basado en trabajar hacia la aplicación de un mecanismo de coordinación para mejorar la colaboración público-privada sobre Biotecnología Azul a través la creación de una plataforma digital y una Red Mediterránea que sirva como espacio de colaboración.

La bioeconomía es una disciplina relativamente joven, por lo que es clave que exista una colaboración y unión entre los principales actores del sector para aumentar su capacidad de innovación y su coordinación, en las que participen también organizaciones de la costa sur del Mediterráneo.

B-Blue cuenta además como colaborador asociado a la dirección general de Investigación e Innovación Científica de la Comunidad Autónoma de Murcia.